Dean Baker · · · · · |
03/11/13 |
Alan Greenspan pasará a la historia como la persona de
mayor responsabilidad en el enorme perjuicio económico causado por la burbuja
inmobiliaria y su posterior estallido. Los Estados Unidos siguen todavía con 9
millones de empleos menos respecto a su trayectoria tendencial. Estamos
perdiendo cerca de 1 billón de dólares en rendimiento potencial, con pérdidas
acumuladas que se aproximan hasta la fecha a 5 billones de dólares.
Esas cifras corresponden a millones de sueños arruinados.
Familias que lucharon para ahorrar lo bastante como para poder comprar una casa
lo perdieron cuando los precios inmobiliarios se vinieron abajo o se quedaron
sin sus puestos de trabajo. Muchos trabajadores mayores pierden su empleo con
pocas perspectivas de volver a encontrar otro, aunque estén mal preparados para
su jubilación; la gente joven que termina sus estudios en el colegio se
enfrenta al peor mercado laboral habido desde la Gran Depresión, y a la vez
están endeudados hasta el cuello a causa de los préstamos.
Esta historia de horror podría haberse fácilmente evitado
de haber existido vida inteligente en la Junta de la Reserva Federal en los
años en que la burbuja inmobiliaria iba creciendo hasta alcanzar proporciones
cada vez más peligrosas (2002-2006). Pero la Fed no hizo nada por refrenar la
burbuja. Se podría sostener incluso que actuó para promover su expansión con un
Greenspan que fomentaba el desarrollo de hipotecas exóticas y dejaba
completamente de lado sus responsabilidades regulatorias.
La mayoría de la gente, de tener que soportar esta
increíble infamia vinculada a su nombre, tendría la decencia de buscarse una
roca bien grande detrás de la que esconderse. Pero Alan Greenspan, no. Cree, al
parecer, que no nos ha castigado lo bastante. Greenspan ha sacado un nuevo
libro [1] que ahora se dedica a promocionar en programas de radio y
televisión por doquier.
El libro, que no he leído, refleja presumiblemente el
saber de Greenspan sobre la economía y la ciencia económica. Pero también nos
cuenta que su problema en su presidencia de la Fed se cifraba en que
sencillamente desconocía la avalancha de hipotecas basura que estaba fomentando
el aumento sin precedentes de los precios de la vivienda durante los años de la
burbuja. Ha utilizado este desconocimiento para explicar su inacción – o
incluso su ausencia de preocupación – frente a los riesgos planteados por la
burbuja.
La excusa de Greenspan de "no lo sabía" es tan
absurda como para hacer daño. La explosión de hipotecas exóticas en los años de
la burbuja apenas tenía nada de secreto. Se hablaba con frecuencia de ello en
los medios y aparecía en una extensa panoplia de fuentes de datos, entre ellos
los que elaboraba la Fed. De hecho, se hacían entonces chistes muy difundidos
sobre los "préstamos de mentira" o los "préstamos ninja",
siendo estos último siglas de la frase "no income, no job, no assets"
[“sin ingresos, sin empleo, sin activos”].
El hecho de que los bancos estuvieran concediendo
hipotecas fraudulentas a millones, y de que la tropa de Wall Street anduviera
titularizándolas a toda velocidad en cuanto les ponían la mano encima no era
información de alto secreto sólo a disposición de quienes gozaban de alas
máximas credenciales. Así era la economía en los años 2002-2006.
Era imposible echarle un vistazo a la economía de
aquellos años y no darse cuenta del papel de la burbuja inmobiliaria y el
maremoto de malas hipotecas que la impulsaban. El incremento de los precios de
la vivienda llevó a un ritmo de construcción casi imbatido. De forma
característica, la construcción de viviendas ronda cerca del 4’5% de PIB. Llegó
a un máximo de 6’5% en 2005. ¿No se dio cuenta Greenspan? ¿Quién pensaba que
iba a vivir en todas estas unidades cuya construcción había creado tasas de
viviendas disponibles nunca vistas en fecha tan temprana como 2003?
¿Y no se dio cuenta de que ese máximo de los precios de
la vivienda había llevado a un aumento del consumo que había dejado las tasas
de ahorro casi a cero? En realidad, fue coautor de varios trabajos exactamente
sobre esta cuestión. Entre el derrumbe previsible al cien por cien de la
construcción residencial y el hundimiento del consumo que seguiría a la pérdida
de la riqueza inmobiliaria que la impulsaba, estábamos hablando de una pérdida
de más de 1 billón de dólares de demanda anual. ¿Qué pensaba Greenspan que iba
a llenar ese vacío, comprar libros de Ayn Rand? [2]
Greenspan tenía toda la información que pudiera haber
necesitado para avizorar la burbuja inmobiliaria y saber que su estallido
traería malísimas noticias a la economía. Estaba, más que cualquier otra
persona del país, en situación de detener la expansión de la burbuja.
Supongamos que en lugar de hacerse lenguas de las
hipotecas de tipo variable, Greenspan hubiera utilizado sus alocuciones
públicas para avisar a la gente de que estaba comprando en un mercado
inmobiliario sobrevalorado, y avisara a los inversores de que las
titularizaciones respaldadas por hipotecas “subprime” que adquirían estaban
repletas de hipotecas fraudulentas. Supongamos además que hubiera utilizado al
personal de investigación de la Fed para documentar estos hechos.
Greenspan podría haber hecho uso del poder de regulación
de la Fed para tomar enérgicas medidas contra las malas hipotecas concedidas
por los bancos bajo jurisdicción de la Fed, tal y como le apremió su colega
gobernador [de la Fed entre 1997 y 2005], Edward Gramlich. Y podía también
haber organizado una reunión con otros reguladores, los federales y los de los
estados, para ver qué estaban haciendo para impedir el fraude hipotecario en
las instituciones financieras bajo su jurisdicción.
Estas son las acciones que teníamos derecho a esperar de
un presidente de la Fed enfrentado al crecimiento de una peligrosa burbuja de
activos. Eso es lo que Alan Greenspan habría hecho si hubiera estado ganándose
el salario. En vez de eso, no hizo nada. Alentó la burbuja hasta que reventó,
para decir luego que no era culpa suya.
Este hombre nada tiene que decirle al país en lo que a la
economía respecta, y los medios de información no hacen bien su trabajo dando a
entender lo contrario. Si Greenspan no tiene la decencia de mantenerse alejado
de la vista de todos después de todo el daño que le ha hecho al país, en ese
caso los medios deberían hacerlo por él. Lo único que tiene que decir digno de
mención es que lo siente.
Notas del t.:
[1] The Map and the Territory, Risk, Human Nature and
the Future of Forecasting, The
Penguin Press, 2013.
[2] Recuérdese que Greenspan ha citado numerosas veces a Ayn
Rand (1905-1982), estrafalaria pensadora norteamericana de origen ruso, como
inspiración intelectual primordial.
Dean Baker es co-director
del Center for Economic and Policy Research (CEPR). Es autor de Plunder and
Blunder: The Rise and Fall of the Bubble Economy and False Profits,
Berret-Koehler Publishers, 2009.
Fuente : Revista sinpermiso
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lunes, 4 de noviembre de 2013
Crisis Mundial: Alan Greenspan le debe una disculpa a Norteamérica
lunes, 5 de noviembre de 2012
Islandia y el rechazo a la austeridad
por
Salim Lamrani
La Unión Europea apuesta por la austeridad como medio de enfrentar la crisis económica, pero al mismo tiempo se embarca en la adopción de un plan destinado a salvar –con la inversión de fondos públicos– los bancos privados que se hallan al borde de la quiebra por causa de su mala gestión. ¿Es esa la única solución viable? El profesor Salim Lamrani nos presenta el caso de Islandia, un ejemplo que los medios de comunicación y los aprendices de mago de la finanza europea prefieren pasar por alto.
La tasa de desempleo se multiplicó por 9 entre 2008 y 2010, en un país que hasta entonces gozaba del pleno empleo. La deuda de Islandia representaba el 900% del PIB y la moneda nacional perdió el 80% de su valor con respecto al euro. El país cayó en una profunda recesión y su PIB descendió en un 11% en sólo 2 años [1].
Frente a la crisis
En 2009, cuando el gobierno quiso aplicar las medidas de austeridad que exigía el FMI a cambio de una ayuda financiera de 2 100 millones de euros, una fuerte movilización popular lo obligó a renunciar. En elecciones anticipadas, la izquierda ganó la mayoría absoluta en el Parlamento [2].
No obstante, el nuevo poder adoptó la ley Icesave –cuyo nombre procede del banco online que quebró y cuyos ahorristas eran en su mayoría holandeses y británicos–, con el fin de rembolsar a los clientes extranjeros. Esta legislación obligaba a los islandeses a pagar una deuda de 3 500 millones de euros (40% del PIB) –o sea, 9 000 euros por habitante– en 15 años y con una tasa de interés del 5%. Frente a las nuevas protestas populares, el Presidente se negó a ratificar el texto parlamentario y lo sometió a un referéndum. En marzo de 2010, el 93% de los islandeses rechazó la ley sobre el rembolso de las pérdidas de Icesave. Cuando la ley se sometió a un nuevo referéndum, en abril de 2011, el 63% de los ciudadanos volvió a rechazarla [3].
Una nueva Constitución, redactada por una Asamblea Constituyente de 25 ciudadanos elegidos por sufragio universal entre 522 candidatos, Constitución que consta de 9 capítulos y 114 artículos, se adoptó en 2011. La nueva Constitución instaura un derecho a la información, con un acceso público a los documentos oficiales (Artículo 15), prevé la creación de un Comité de Control de la Responsabilidad del Gobierno (Artículo 63), un derecho a la consulta directa (Artículo 65) –un 10% de los electores puede pedir un referéndum sobre las leyes que vota el Parlamento–, así como el nombramiento del Primer Ministro por el Parlamento [4].
Así, contrariamente a las otras naciones de la Unión Europea que se ven en la misma situación y que aplicaron escrupulosamente las recomendaciones del FMI, institución que exigía medidas de una austeridad severa, como lo ha hecho en los casos de Grecia, Irlanda, Italia o España, Islandia eligió una vía alternativa. Cuando los tres bancos principales del país (Glitnir, Landsbankinn y Kaupthing) se derrumbaron, en 2008, el Estado islandés se negó a inyectarles fondos públicos, como lo ha hecho el resto de Europa, sino que procedió a nacionalizarlos [5].
Del mismo modo, los bancos privados tuvieron que cancelar todos los créditos con tasas variables superiores al 110% del valor de los bienes inmobiliarios, evitando así una crisis de subprime como la de Estados Unidos. Por otra parte, la Corte Suprema declaró ilegales todos los préstamos ajustados a divisas extranjeras otorgados a particulares, obligando así a los bancos a renunciar a sus créditos en beneficio de la población [6].
Una alternativa a la austeridad
Los resultados de la política económica y social islandesa han sido espectaculares. Mientras la Unión Europea se encuentra en plena recesión, Islandia obtuvo una tasa de crecimiento de un 2,1% en 2011 y prevé una tasa de 2,7% para 2012, y una tasa de desempleo de un 6% [8]. El país se dio incluso el lujo de proceder al rembolso anticipado de sus deudas con el FMI [9].
El presidente islandés Olafur Grímsson explicó este milagro económico: “La diferencia es que en Islandia dejamos que los bancos quebraran. Eran instituciones privadas. No inyectamos dinero para salvarlas. El Estado no tiene por qué asumir esa responsabilidad” [10].
Contra todo pronóstico, el FMI saludó la política del gobierno islandés –el cual aplicó medidas totalmente opuestas a las que preconiza esa institución–, política que ha permitido preservar “el valioso modelo nórdico de protección social”. En efecto, Islandia dispone de un índice de desarrollo humano bastante elevado. “El FMI declara que el plan de rescate al modo islandés ofrece lecciones para los tiempos de crisis”. La institución agrega que “el hecho que Islandia haya logrado preservar el bienestar social de las unidades familiares y conseguir una consolidación fiscal de gran envergadura es uno de los mayores logros del programa y del gobierno islandés”. No obstante, el FMI omitió precisar que estos resultados fueron posibles sólo porque Islandia rechazó su terapia de choque neoliberal y elaboró un programa de estímulo económico alternativo y eficiente [11].
El caso de Islandia demuestra que existe una alternativa creíble a las políticas de austeridad que se hoy aplican en toda Europa. Además de ser económicamente ineficientes, esas políticas de austeridad son políticamente costosas y socialmente insostenibles. Al elegir poner el interés general por encima del interés de los mercados, Islandia muestra al resto del continente la vía para escapar del callejón sin salida.
La Unión Europea apuesta por la austeridad como medio de enfrentar la crisis económica, pero al mismo tiempo se embarca en la adopción de un plan destinado a salvar –con la inversión de fondos públicos– los bancos privados que se hallan al borde de la quiebra por causa de su mala gestión. ¿Es esa la única solución viable? El profesor Salim Lamrani nos presenta el caso de Islandia, un ejemplo que los medios de comunicación y los aprendices de mago de la finanza europea prefieren pasar por alto.
- El 6 de marzo de 2012, más del 93% de los electores islandeses que participaron en un referendo se pronuncian contra el pago de casi 4 000 millones de dólares al Reino Unido y a los Países Bajos, monto correspondiente a las deudas acumuladas por los bancos islandeses quebrados.
Ante
la crisis económica, la Unión Europea ha elegido el camino de la
austeridad y ha decidido salvar a los bancos. Islandia, en cambio,
procedió anteriormente a la nacionalización de las instituciones
financieras y rechazó las políticas de restricción presupuestaria. Hoy
presenta una tasa de crecimiento de un 2,7% en 2012, y hasta el Fondo
Monetario Internacional (FMI) saluda la recuperación económica de ese
país.
En septiembre de 2008, cuando la crisis económica y financiera golpeó
a Islandia, pequeño archipiélago del norte de Europa con una población
de 320 000 habitantes, el impacto fue desastroso, como en el resto del
continente. La especulación financiera llevó a la quiebra a los tres
principales bancos islandeses, cuyos activos representaban una suma diez
veces superior al PIB de la nación, con una pérdida neta de 85 000
millones de dólares.La tasa de desempleo se multiplicó por 9 entre 2008 y 2010, en un país que hasta entonces gozaba del pleno empleo. La deuda de Islandia representaba el 900% del PIB y la moneda nacional perdió el 80% de su valor con respecto al euro. El país cayó en una profunda recesión y su PIB descendió en un 11% en sólo 2 años [1].
Frente a la crisis
En 2009, cuando el gobierno quiso aplicar las medidas de austeridad que exigía el FMI a cambio de una ayuda financiera de 2 100 millones de euros, una fuerte movilización popular lo obligó a renunciar. En elecciones anticipadas, la izquierda ganó la mayoría absoluta en el Parlamento [2].
No obstante, el nuevo poder adoptó la ley Icesave –cuyo nombre procede del banco online que quebró y cuyos ahorristas eran en su mayoría holandeses y británicos–, con el fin de rembolsar a los clientes extranjeros. Esta legislación obligaba a los islandeses a pagar una deuda de 3 500 millones de euros (40% del PIB) –o sea, 9 000 euros por habitante– en 15 años y con una tasa de interés del 5%. Frente a las nuevas protestas populares, el Presidente se negó a ratificar el texto parlamentario y lo sometió a un referéndum. En marzo de 2010, el 93% de los islandeses rechazó la ley sobre el rembolso de las pérdidas de Icesave. Cuando la ley se sometió a un nuevo referéndum, en abril de 2011, el 63% de los ciudadanos volvió a rechazarla [3].
Una nueva Constitución, redactada por una Asamblea Constituyente de 25 ciudadanos elegidos por sufragio universal entre 522 candidatos, Constitución que consta de 9 capítulos y 114 artículos, se adoptó en 2011. La nueva Constitución instaura un derecho a la información, con un acceso público a los documentos oficiales (Artículo 15), prevé la creación de un Comité de Control de la Responsabilidad del Gobierno (Artículo 63), un derecho a la consulta directa (Artículo 65) –un 10% de los electores puede pedir un referéndum sobre las leyes que vota el Parlamento–, así como el nombramiento del Primer Ministro por el Parlamento [4].
Así, contrariamente a las otras naciones de la Unión Europea que se ven en la misma situación y que aplicaron escrupulosamente las recomendaciones del FMI, institución que exigía medidas de una austeridad severa, como lo ha hecho en los casos de Grecia, Irlanda, Italia o España, Islandia eligió una vía alternativa. Cuando los tres bancos principales del país (Glitnir, Landsbankinn y Kaupthing) se derrumbaron, en 2008, el Estado islandés se negó a inyectarles fondos públicos, como lo ha hecho el resto de Europa, sino que procedió a nacionalizarlos [5].
Del mismo modo, los bancos privados tuvieron que cancelar todos los créditos con tasas variables superiores al 110% del valor de los bienes inmobiliarios, evitando así una crisis de subprime como la de Estados Unidos. Por otra parte, la Corte Suprema declaró ilegales todos los préstamos ajustados a divisas extranjeras otorgados a particulares, obligando así a los bancos a renunciar a sus créditos en beneficio de la población [6].
- Acusado de gestión negligente de la crisis financiera, el ex primer ministro islandés Geir Haarde fue declarado culpable, en abril de 2012, por un tribunal especial que no le impuso sanción alguna.
Una alternativa a la austeridad
Los resultados de la política económica y social islandesa han sido espectaculares. Mientras la Unión Europea se encuentra en plena recesión, Islandia obtuvo una tasa de crecimiento de un 2,1% en 2011 y prevé una tasa de 2,7% para 2012, y una tasa de desempleo de un 6% [8]. El país se dio incluso el lujo de proceder al rembolso anticipado de sus deudas con el FMI [9].
El presidente islandés Olafur Grímsson explicó este milagro económico: “La diferencia es que en Islandia dejamos que los bancos quebraran. Eran instituciones privadas. No inyectamos dinero para salvarlas. El Estado no tiene por qué asumir esa responsabilidad” [10].
Contra todo pronóstico, el FMI saludó la política del gobierno islandés –el cual aplicó medidas totalmente opuestas a las que preconiza esa institución–, política que ha permitido preservar “el valioso modelo nórdico de protección social”. En efecto, Islandia dispone de un índice de desarrollo humano bastante elevado. “El FMI declara que el plan de rescate al modo islandés ofrece lecciones para los tiempos de crisis”. La institución agrega que “el hecho que Islandia haya logrado preservar el bienestar social de las unidades familiares y conseguir una consolidación fiscal de gran envergadura es uno de los mayores logros del programa y del gobierno islandés”. No obstante, el FMI omitió precisar que estos resultados fueron posibles sólo porque Islandia rechazó su terapia de choque neoliberal y elaboró un programa de estímulo económico alternativo y eficiente [11].
El caso de Islandia demuestra que existe una alternativa creíble a las políticas de austeridad que se hoy aplican en toda Europa. Además de ser económicamente ineficientes, esas políticas de austeridad son políticamente costosas y socialmente insostenibles. Al elegir poner el interés general por encima del interés de los mercados, Islandia muestra al resto del continente la vía para escapar del callejón sin salida.
Salim Lamrani
Profesor, a cargo de cursos en las universidades Paris-Descartes y Paris-Est Marne-la-Vallée. Último libro publicado: Cuba. Ce que les médias ne vous diront jamais (Estrella, 2009).
[1] Paul M. Poulsen, «Comment l’Islande, naguère au bord du gouffre, a pu se rétablir», FMI, 26 octubre de 2011. Sitio consultado el 11 de septiembre de 2012.
[2] Marie-Joëlle Gros, «Islande: la reprise a une sale dette», Libération, 15 de abril de 2012.
[3] Comité de Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, «Quand l’Islande réinvente la démocratie», 4 de diciembre de 2010.
[4] Constitución de Islandia, 29 de julio de 2011. Sitio consultado el 11 de septiembre de 2012.
[5] Antoine Grenapin, «Comment l’Islande est sortie de l’enfer», Le Point, 27 de febrero de 2012.
[6] Marie-Joëlle Gros, «Islande: la reprise a une sale dette», op. cit.
[7] Caroline Bruneau, «Crise islandaise: l’ex-premier ministre n’est pas sanctionné», 13 de mayo de 2012.
[8] Ambrose Evans-Pritchard, «Iceland Wins in the End», The Daily Telegraph, 28 de noviembre de 2011.
[9] Le Figaro, «L’Islande a déjà remboursé le FMI», 16 marzo de 2012.
[10] Ambrose Evans-Pritchard, «Iceland Offers Risky Temptation for Ireland as Recession Ends», The Daily Telegraph, 8 de diciembre de 2010.
[11] Omar R. Valdimarsson, «IMF Says Bailout Iceland-Style Hold Lessons in Crisis Times», Business Week, 13 de agosto de 2012.
[3] Comité de Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, «Quand l’Islande réinvente la démocratie», 4 de diciembre de 2010.
[4] Constitución de Islandia, 29 de julio de 2011. Sitio consultado el 11 de septiembre de 2012.
[5] Antoine Grenapin, «Comment l’Islande est sortie de l’enfer», Le Point, 27 de febrero de 2012.
[6] Marie-Joëlle Gros, «Islande: la reprise a une sale dette», op. cit.
[7] Caroline Bruneau, «Crise islandaise: l’ex-premier ministre n’est pas sanctionné», 13 de mayo de 2012.
[8] Ambrose Evans-Pritchard, «Iceland Wins in the End», The Daily Telegraph, 28 de noviembre de 2011.
[9] Le Figaro, «L’Islande a déjà remboursé le FMI», 16 marzo de 2012.
[10] Ambrose Evans-Pritchard, «Iceland Offers Risky Temptation for Ireland as Recession Ends», The Daily Telegraph, 8 de diciembre de 2010.
[11] Omar R. Valdimarsson, «IMF Says Bailout Iceland-Style Hold Lessons in Crisis Times», Business Week, 13 de agosto de 2012.
jueves, 1 de noviembre de 2012
Decálogo vital ante la quiebra del dinero fiat y la hiperinflación
Decálogo vital
ante la quiebra del dinero fiat y la
hiperinflaciónNiños jugando con los paquetes del sueldo diario de su papá |
Mujer alemana usando el dinero como combustible |
En una huída hacia adelante imparable, los bancos centrales de todo el mundo fabrican ahora mismo dinero de manera continua, industrial, para sostener la financiación de sus maquinarias estatales. El Gobierno Federal de los EEUU incrementa su deuda pública a una tasa de 2 billones de dólares anuales. El superabundante dinero fiduciario sólo sostiene su valor artificial porque la inmensa mayoría de los ciudadanos no lo tienen en cantidad suficiente más que para malvivir. Muy pronto el inmenso volumen de dólares que gravita en la cúspide de la pirámide humana, tras la succión por capilaridad de la usura desaforada desde las capas populares a las privilegiadas, caerá sobre todas los estratos de la pirámide humana como una gran lluvia de verde mierda, produciendo la mayor inflación que se recuerda en el mundo desde la del marco alemán que organizó la misma Sinarquía Financiera Internacional tras el saqueo de la crisis del 29 que desencadenó la II Guerra Mundial y mató a cien millones de personas. Cada ser humano, hombre, mujer o niño de toda raza y condición, tocará a un millón de dólares por cabeza. Imagínese el precio de una barra de pan.
Nada cambiará la forma de actuar de los gobiernos. A los estados no les importa el pueblo absolutamente nada. Si se empobrece o si se muere de hambre. A los estados sólo les importa su propia supervivencia, funcionario a funcionario, político a político. Solo quieren que "los mercados" sigan financiándolos. Que el ahorro de la ciudadanía fenezca en el pozo sin fondo de las deudas soberanas.
La gente vive en la inopia, aunque sabe claramente que los políticos no los representan; que los banqueros rigen sobre los políticos; que el dinero de sus impuestos, dedicado antes a beneficios sociales, va al salvamento de los bancos, mientras los gobiernos aplican políticas de austeridad que se resumen en recortar derechos. Pero ignora que la banca y los estados roban el ahorro de la gente mediante la manipulación a la baja de las tasas de interés, lo que les permite la creación de tanto dinero como quieran a interés cero para financiar sus gastos faraónicos, aunque sea a costa de que el ahorro real e incluso los sueldos se deprecien (un dinero a costo cero indica que carece de valor, de modo que todo salario pagado con ese dinero es un timo). Lo peor de todo es que la gente cree que todo se arreglará de una manera o de otra, y que las cosas volverán a ser como antes; piensa que la supervivencia del pueblo está entre los objetivos del Estado, pues suponen que éste necesita a la gente corriente para trabajar, crear riqueza en forma de plusvalías y pagar impuestos. Y se equivocan.
Estos errores hacen que los pocos individuos conscientes de la realidad no podamos contar con el pueblo para acabar con el pútrido sistema financiero-estatalista. Hay que buscar soluciones minoritarias, casi individualistas, para la crisis humanitaria que ya es inminente. Soluciones que afectan tanto al ámbito laboral como al de la familia y al de las relaciones sociales. De un diario como éste no pueden esperarse otras recetas que no sean las basadas en la acracia, en la autogestión, la sostenibilidad y la libre asociación entre humanos. Pero no por mero idealismo, sino porque se trata de las únicas soluciones eficaces. Las desgranamos en diez medidas concretas.
La primera medida es desligarse del sistema basado en el dinero fiduciario. Aunque sea de modo parcial, alternativo. Mientras el dinero funcione, será un modo de intercambio, pero deben implementarse otros ya. Deben anularse las tarjetas de crédito y las cuentas corrientes, excepto aquella en la que se cobre una nómina, cuyo dinero debe retirarse del banco el primer día y tenerlo en casa. Debe abordarse la creación o uso de monedas alternativas y del crédito persona a persona. Y sobre todo, del intercambio libre de bienes y servicios fuera del control del Estado y su injusto sistema impositivo.
La segunda medida es simultanear el trabajo asalariado, que se retribuye con dinero fiduciario, con otro por cuenta propia, preferentemente manual y útil: iniciarse en oficios como albañilería, electricidad, fontanería, agua, gas, etc: o actividades básicas, como la agricultura, la pesca o la ganadería. Cosas con las que pueda uno ganarse la vida pase lo que pase.
La tercera medida es gastar el ahorro de que se disponga en reforzar el punto anterior: comprar herramientas o alquilar un buen pedazo de tierra de cultivo, por ejemplo. No adquirir jamás nada, ningún utensilio o artefacto, que no pueda reparar uno mismo, o pueda aprender a hacerlo, en caso de avería.
La cuarta medida es desobedecer toda ley injusta en lícita objeción de conciencia. Una ley injusta es ilegítima, pues ha sido dictada por los que tienen mucho para mantener y aumentar su fortuna a costa de los que no tienen nada. No es cuestión de enfrentarse a la Ley en las calles, como hacen los colectivos anti-desahucios (lo cual está muy bien, por supuesto). Se trata de saber que, una vez embargado el piso por un banco, en cuanto el secretario del juzgado se va, se puede volver a entrar a él dándole una patada a la puerta, pues ello abre otro proceso legal interminable por la ocupación de un inmueble vacío. Es lo que tienen las leyes injustas: lagunas e incoherencias que las hacen ineficaces ante los que las ponen en duda sin complejos. En caso de colapso monetario, los intereses de las hipotecas se dispararán. Si los salarios no aumentan en la misma proporción, será imposible pagar las cuotas. Si los sueldos crecieran con la inflación, cosa poco probable, el principal de la deuda sería redimible con muy poco esfuerzo relativo para los que para entonces no hubieran sido embargados. Otra ley injusta es la que establece los abusivos precios de los servicios públicos, como la electricidad, el gas o el agua. Pero los contadores son vulnerables. Para los que gustan de pagar lo que consumen, estudios serios demuestran que la vuelta al butano representa gastar la tercera parte que usando gas ciudad. Y que el uso racional de la electricidad puede reducir su consumo a la mitad.
La quinta medida es independizarse del uso de la gasolina tanto como se pueda. Aprender a andar de nuevo, como hacían nuestros abuelos, cuando ello sea posible o a utilizar el transporte público y, sobre todo, la bicicleta: fuerte, barata y fea, para que no resulte un objeto que excite el deseo de los amigos de lo ajeno. Aún no es necesario todo esto, pero vale la pena irse acostumbrando cuanto antes.
La sexta medida es eliminar el uso del teléfono móvil y, en general, de las telecomunicaciones. Tener una tarifa de costo cero si no se consume nada, sin mínimos. Fuera de su uso para el trabajo alternativo, el teléfono móvil no sirve para nada que no sea puramente lúdico, estúpido y fuera de lugar en los tiempos duros que se nos vienen encima (hay una tarifa de teléfono fijo a costo cero si sólo se reciben llamadas, aunque cara si se llama, pensada para ancianos). El hecho es que las empresas no mantienen las infraestructuras y pronto su funcionamiento será errático y deficiente. Internet se quedará colgado un buen día y no funcionará más. Además de que se trata de un sistema orientado al control de la población. Facebook es una trampa para tontos de baba, gente joven o menos joven esclavizada por sus gónadas. El sistema SITEL es un puro medio de espionaje. Y el DNI con RFID, es más propio del seguimiento de animales que del uso en humanos.
La séptima medida es hacerse invisible, fuera del control del Estado. Hoy día puede saberse donde está uno por el GPS de su móvil y qué está haciendo gracias a los controles presenciales RFID y a las tarjetas de crédito; o incluso lo que está diciendo (si es alguien importante) mediante el operativo SITEL. El DNI electrónico debe envolverse en papel de metal o caja de Faraday. El móvil debe mantenerse apagado si no se usa y, en caso de peligro, sin batería. El ordenador debe usarse de manera segura: utilizando Tor para camuflar la IP y obturando la cámara de vídeo.
La octava medida es disponer de armas suficientes para defender uno a su familia si llega el caos total. Las armas son de muy diversa especie. Las únicas controladas por el Estado son las de fuego. Dejo a la imaginación del lector o al inabarcable Internet el averiguar más sobre el asunto, pero existe el aire comprimido capaz de tanta potencia como la pólvora, o las pistolas de clavos para la construcción. Deben mantenerse en perfecto estado siempre, como hace un soldado. Aunque no lleguen a utilizarse nunca. Eso depende sólo de la suerte.
La novena medida es protegerse de las enfermedades contagiosas. El tema es amplio, pero la buena salud derivada del ejercicio es fundamental. Hay algunos medicamentos mágicos que deben acopiarse, como el agua oxigenada o el bicarbonato monosódico, que lo mismo previenen infecciones por heridas cutáneas que enfermedades contagiosas, como la gripe.
Y la décima medida es unirse libremente a tantas asociaciones de personas como sea necesario para mejor resolver los problemas comunes. En grupo puede acometerse una empresa cooperativa, la ocupación de un pueblo abandonado, la educación (o su refuerzo) de la infancia, las reclamaciones, las protestas, las cajas de resistencia, el crédito mutuo y mil cosas más. Lo importante es no afiliarse a una única asociación libre pretendiendo que vaya a resolverlo todo. Eso da lugar a liderazgos y enfrentamientos entre camarillas que tarde o temprano se pagan caros.
Corren tiempos para dudar de todo: del Estado, del capitalismo, de las ideologías partidarias, del sindicalismo (no de todo él, siempre quedarán los anarquistas), del matrimonio (donde esté el amor libre, que se quite el reglado con taxímetro). Debemos dudar incluso de la democracia. Y nos referimos no solamente a la falsa democracia actual, sino a su posible sustituto futuro, pues siempre se tratará de democracia burguesa no asamblearia. No debemos conceder a un rebaño lobotomizado por la televisión el derecho de decidir nuestro destino personal. Cualquier problema complejo, como es el de la supervivencia, debe estudiarse sin prejuicios, partiendo de cero. Pues todo lo que nos han enseñado hasta ahora es mentira. De lo único que no debemos dudar es de la infinita capacidad del ser humano para resolver cualquier problema, si un número suficiente de cerebros realmente interesados en hallar la solución se ponen a ello.
Nadie con dos dedos de frente lo ignora ya: Los consejos de administración de los bancos son asociaciones mafiosas protegidas legalmente por sus estados respectivos y sus parlamentos de delincuentes copados por el bipartidismo organizado. El mundo basado en el dinero, tal y como lo conocemos, está liquidado. Creer que el dinero es un objetivo social, en vez de un medio de intercambio, ya no sirve más. Y no porque ahora mismo sea el dinero escaso, que lo es y mucho. Si ese fuera el problema, acratas.net invitaría a sus lectores a trabajar más duro para conseguir ganar más. No lo hace porque muy pronto el dinero no valdrá nada, provocando la mayor hecatombe que haya sufrido jamás el planeta Tierra. Tras el impasse escénico de las elecciones presidenciales norteamericanas de noviembre, la economía real estadounidense será aspirada por el inmenso agujero negro de su deuda, arrastrando tras de sí a la economía del mundo. Digno de verse, si no fuera letal
martes, 28 de febrero de 2012
Fascismo social y financiero en Europa
Fascismo social y financiero en Europa
Jesús González Pazos
Mientras
seguimos pensando que aún vivimos en una Europa democrática, en
realidad asistimos a los primeros pasos de un “golpe de estado” y la
posible instauración de una larga época de fascismo social y financiero.
Entendemos que esta afirmación es dura y, posiblemente, produzca una
inmediata consideración de ser una exageración y, además, alarmismo
gratuito. Pero, analicemos tan solo dos elementos evidentes, públicos y
ampliamente conocidos, que se han dado en los últimos meses sobre, lo
que siempre nos dijeron, eran piedras angulares de los sistemas
democráticos: las constituciones y los procesos electorales.
Las
primeras, y de forma evidente en el estado español, siempre nos
recalcaron que eran poco menos que intocables para salvaguardar la
estabilidad social y política del estado-nación. No lo creemos así, pero
esto es lo que siempre ha mantenido la mayoría de la clase política. Y
nos decían que, en último caso, cualquier reforma constitucional
exigiría un largo proceso de discusión y debate político y, con
propuestas claras y ampliamente conocidas por la ciudadanía, debería ser
refrendada por ésta. Sin embargo, en los últimos meses hemos asistido a
procesos exprés de reforma constitucional que, prácticamente, se han
llevado acabo sin que esa ciudadanía, donde se dice reside el poder
soberano de una democracia, se entere de qué es lo que se ha reformado y
por qué. En el mejor de los casos, sabemos que es algo relacionado con
el déficit, la ahora obligada estabilidad presupuestaria y la crisis que
domina el escenario político y económico europeo desde hace más de
cuatro años (Una crisis, por cierto, que en todo momento decían que era
coyuntural y pasaría pronto, y con el tiempo ha dado la razón a quienes
mantenemos desde el principio que es estructural del sistema
capitalista). Podemos entonces afirmar que ese poder soberano que
residía en el pueblo ha sufrido un evidente y forzado desplazamiento
hacia los poderes económicos. Éstos son ahora quienes deciden los
cambios y reformas constitucionales, para que el conocido como poder
delegado del pueblo, que se supone reside en la llamada clase política,
simplemente apruebe lo que prescribe este nuevo poder soberano
usurpador.
El
segundo elemento evidente del golpe de estado que se está produciendo lo
encontramos en el proceso electoral y consiguiente elección de los
gobernantes. Así, ese poder soberano usurpador que señalábamos
anteriormente, decide ahora también si el proceso electoral en un país
es necesario o se puede prescindir del mismo, dando los primeros pasos
para el expolio, también aquí, del derecho a elección que tiene la
sociedad sobre la clase gobernante. En esta línea, hemos asistido en los
últimos meses a los cambios unilaterales de los gobiernos de Grecia y
de Italia cuando ya no han sido útiles a los poderes económicos. Así,
cuando Yorgos Papandreu y su gobierno en Grecia, ya no tenía fuerza, ni
valor quizá, para aplicar más recortes al castigado pueblo griego, se
provoca su caída y se impone su sustitución por otro conformado por los
llamados tecnócratas. En Italia, donde multitud de escándalos de todo
tipo habían desprestigiado hasta la broma a Silvio Berlusconi, pero
ninguno de ellos había conseguido su salida del gobierno, serán también
los poderes económicos los que en cuestión de horas decidan y realicen
su sustitución por otro tecnócrata. Y estas actuaciones se convierten en
evidentes y nítidos mensajes para aquellos otros que pudieran tener la
veleidad de tomar medidas no ajustadas a los dictados de “los mercados”.
Pero
cuidado con los tecnócratas, pues se nos retransmite la imagen de
personas con alta cualificación técnica, al margen de los vicios y el
fracaso de la política, y neutrales a las ideologías; por encima del
“bien y del mal” y, por lo tanto, únicos posibles salvadores de la
crítica situación. Sin embargo, tanto Lukas Papademos, en Grecia, como
Mario Monti, en Italia, provienen directamente de los poderes económicos
y han construido sus carreras en los entramados financieros hasta el
punto de haber sido parte de los núcleos de decisión y actuación de las
medidas tomadas en épocas precedentes a la actual crisis y causantes, en
gran medida, de la misma. Lukas Papademos, por ejemplo, fue economista
jefe primero y vicegobernador después del Banco de Grecia entre los años
1985 y 2002, para pasar a ocupar la vicepresidencia del Banco Central
Europeo. Mario Monti tuvo, entre otras responsabilidades, el cargo de
director europeo de la Trilateral (un lobby de evidente tendencia
neoliberal) y asesor de Goldman Sachs, durante el periodo que esta
compañía ayudó a Grecia a ocultar su enorme déficit, origen en gran
parte de la actual situación griega y de las brutales medidas económicas
que ahora la imponen. Entonces, ¿quién ha decidido que estos
personajes, por su aparente, aunque discutible, cualidad técnica tienen
capacidad y derecho para estar al frente de gobiernos de sistemas
teóricamente democráticos? Proviniendo de bancos e instituciones
financieras, ¿cómo podemos suponer que sus medidas no estarán al
servicio de estas entidades y de sus intereses lucrativos, respondiendo a
sus demandas y medidas antes que para la mejora de las condiciones
sociales y económicas de las poblaciones de sus respectivos países?
Estos
son algunos de los elementos que nos evidencian que asistimos a
auténticos golpes de estado que, definitivamente, prostituyen el llamado
sistema democrático europeo e imponen un fascismo social y financiero
al servicio de las élites económicas y sus intereses. Al servicio de los
llamados “mercados”, unas entidades sobre las que continuamente nos
transmiten la idea de que son entes anónimos y difusos, casi
inidentificables. Esto hace más difícil reconocerlos como los culpables
que son de la situación de crisis y de los graves ataques que, con la
disculpa de ésta, se están tomando contra todo un núcleo de derechos
adquiridos por las luchas sindicales, políticas y sociales a lo largo de
todo el siglo XX. De esta forma, difuminando a los culpables,
consiguiendo que la sociedad no pueda centrar exactamente sus demandas y
protestas hacia responsables directos de la situación, esos culpables
se protegen. Sin embargo, hay que decir que esos “mercados” tienen
nombres y apellidos; se reúnen en Davos y Bildergerg, se encuentran en
el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial o la Trilateral, en
las famosas agencias de calificación y en los consejos ejecutivos de
los grandes bancos. Ahí están quienes están tomando las decisiones,
quienes hoy definen cuándo y cómo se modifican las constituciones y
quienes deben ocupar los gobiernos en sistemas, ya solo presuntamente,
democráticos.
Son
precisamente esos grupos económicos quienes han reaccionado con las
medidas que ahora nos imponen. Hace tan solo dos años, ante los primeros
meses y efectos de la llamada crisis, determinados sectores políticos
se atrevieron tímidamente a identificar culpables en los poderes
financieros. Se empezó a hablar de la necesidad de reformar el
capitalismo al reconocer su profunda crisis, se planteaba la necesidad
de controlar el sistema financiero como causante de la misma por su
ambición ilimitada, se hablaba de tomar medidas serias contra los
paraísos fiscales y el fraude y toda otra serie de medidas se iban
extendiendo como necesarias en la sociedad. Aunque esa clase política no
pretendía nunca cambiar el sistema sino solo modificar lo necesario
para su mantenimiento, la reacción de las elites económicas, de “los
mercados”, con el control absoluto y la manipulación de la mayoría de
los medios de comunicación, ha hecho que todo eso se haya olvidado y ya
no se consideren ni esas tímidas medidas ni, mucho menos, pedir
responsabilidades a quienes han sido los causantes directos de la crisis
del sistema capitalista. Se cuestionó con fuerza el fracaso del
neoliberalismo impuesto en las últimas décadas y hoy, solo dos años
después, las medidas que se nos aplican hacen gala del neoliberalismo
más ortodoxo y están impuestas por aquellos que se vanaglorian del
mismo. El debate y actuaciones profundas se ha desviado de esos focos
hacia la imposición de medidas de recortes sociales y laborales y para
el quebranto de los derechos de las mayorías y, por lo tanto, hacia la
fascistización social y económica con el consiguiente control de una
minoría poderosa sobre la vida social y política de la sociedad, en aras
al aumento incontrolable de sus beneficios.
Entonces,
si admitimos que lo señalado hasta aquí es una parte importante de los
posibles nuevos escenarios en Europa las dudas, vértigos y vacilaciones
que se abren serán muchas, pero hay preguntas dominantes, como ¿hasta
cuándo vamos a esperar para reaccionar, cuando el camino de recortes y
pérdidas de derechos que nos están trazando en estos últimos años es
evidente que no lo dan por finalizado sino que seguirán profundizándolo?
En esta vieja Europa constituida por viejos pueblos, sigue estando en
nuestras manos, aunque quizá por no mucho más tiempo siendo ese es el
grave riesgo que corremos, la capacidad para frenar el golpe de estado,
para impedir que el fascismo social y financiero se nos imponga.
Jesús González Pazos
Miembro de Mugarik Gabe
viernes, 24 de febrero de 2012
A la opinión pública internacional: la verdad sobre Grecia
A la opinión pública internacional: la verdad sobre Grecia
Mikis Theodorakis Μίκης Θεοδωράκης
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Traducido por Manuel Talens |
El
domingo 12 de febrero de 2012, Mikis Theodorakis hizo este llamamiento
durante la gran manifestación que tuvo lugar en la Plaza Sintagma de
Atenas en paralelo al debate parlamentario sobre la adopción de un nuevo
Memorándum impuesto a Grecia por la troika (Comisión Europea, Banco
Central Europeo y FMI). Cuando los ancianos Mikis Theodorakis (de 87
años) y Manolis Glezos (de 90) pidieron permiso a la policía
antidisturbios para poder dirigirse a la multitud desde las escaleras
del Parlamento, la única respuesta que obtuvieron fue una ráfaga de gas
lacrimógeno que más bien pareció un intento de asesinato. Así se trata
en este país “trokaizado” a dos hombres que, en Japón, serían “tesoros
nacionales vivientes".- Tlaxcala
¡Gaseados! (Theodorakis a la izquierda y Glezos a la derecha)
Existe una conspiración internacional cuyo objetivo es darle a mi
país el golpe de gracia. El asalto se inició en 1975 contra la cultura
griega moderna; luego continuó con la descomposición de nuestra historia
reciente y nuestra identidad nacional y, ahora, trata de exterminarnos
físicamente con el desempleo, el hambre y la miseria. Si los griegos no
se sublevan para detenerlos, el riesgo de extinción de Grecia es real.
Podría ocurrir en los próximos diez años. Lo único que sobreviviría a
nuestro país sería el recuerdo de nuestra civilización y de nuestras
luchas por la libertad.
Hasta 2009, la situación económica en Grecia no era muy grave. Las
grandes heridas de nuestra economía fueron el excesivo gasto militar y
la corrupción de una parte del mundo político, financiero y de los
medios. Pero también son responsables algunos países extranjeros, entre
ellos Alemania, Francia, Inglaterra y USA, que ganaron miles de millones
de euros a costa de nuestra riqueza nacional vendiéndonos año tras año
equipamiento militar. Esta hemorragia constante nos impidió avanzar
mientras que enriquecía a otros países. Lo mismo se podría decir en lo
que respecta al problema de la corrupción. Por ejemplo, la empresa
alemana Siemens tenía una agencia especial dedicada a corromper a los
griegos con el fin de que éstos diesen preferencia a sus productos en
nuestro mercado. Así, hemos sido víctimas de este dúo de depredadores,
alemanes y griegos, que se enriquecieron a costa del país.
Es obvio que estas dos grandes heridas podrían haberse evitado si
los líderes de ambos partidos políticos proyanquis no se hubiesen dejado
corromper. Esa riqueza, producto del trabajo del pueblo griego, se
drenó hacia países extranjeros y los políticos trataron de compensar las
pérdidas mediante préstamos excesivos que dieron lugar a una deuda de
300 billones de euros, un 130% del Producto Nacional Bruto.
Con una estafa así, los extranjeros ganaban por partida doble: en
primer lugar mediante la venta de armas y de sus productos y, en
segundo, con los intereses sobre el capital que le prestaban al
gobierno, no al pueblo griego que, como hemos visto, fue la principal
víctima en ambos casos. Un solo ejemplo bastará para demostrarlo: en
1986, el gobierno de Andreas Papandreu pidió prestado un billón de
dólares a un banco de un gran país europeo. Los intereses de ese
préstamo terminaron de pagarse en 2010 y ascendieron a ¡54 billones de
euros!
El año pasado, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker,
declaró que era consciente de la masiva fuga de capital que tenía lugar
en Grecia a causa del alto costo del material militar, comprado
principalmente a Alemania y Francia. Añadió que había llegado a la
conclusión de que los fabricantes de armas nos estaban llevando a un
desastre seguro. Sin embargo, confesó que no hizo nada para
contrarrestarlo… ¡para no perjudicar los intereses de países amigos!
En 2008, la gran crisis económica llegó a Europa. La economía
griega no se ha librado de ella. Sin embargo, el nivel de vida, que
hasta entonces había sido bastante alto (Grecia estaba clasificada entre
los 30 países más ricos del mundo), prácticamente no ha cambiado, a
pesar del aumento de la deuda pública. La deuda pública no se traduce
necesariamente en una crisis económica. Se estima que la deuda de países
importantes como USA y Alemania es de miles de billones de euros. Los
factores determinantes son el crecimiento económico y la producción. Si
ambos son positivos, es posible obtener préstamos bancarios a un interés
inferior al 5%, hasta que pase la crisis.
En noviembre de 2009, cuando George Papandreu llegó al poder,
estábamos exactamente en esa posición. Para entender el efecto de su
desastrosa política, mencionaré únicamente dos porcentajes: en 2009 el
PASOK de Papandreu obtuvo el 44% de los votos. Ahora, las encuestas no
le dan más del 6%.
Papandreu habría podido enfrentarse a la crisis económica (que era
un reflejo de la de Europa) con préstamos bancarios al interés habitual,
es decir, por debajo del 5%. Si lo hubiera hecho, nuestro país no
habría tenido problemas. Como estábamos en una fase de crecimiento
económico, nuestro nivel de vida habría mejorado.
Pero en el verano de 2009, cuando Papandreu se reunió en secreto
con Strauss-Kahn para poner a Grecia bajo la tutela del FMI, ya había
iniciado su conspiración contra el pueblo griego. Fue el exdirector del
FMI quien hizo esta revelación.
Para lograrlo, fue necesario falsificar la situación económica de
nuestro país con el fin de que los bancos extranjeros se asustasen y
aumentasen hasta niveles prohibitivos las tasas de interés que exigían
por los préstamos. Aquella costosa operación se inició con el incremento
artificial del déficit público, desde el 12% al 15% para el año 2009 [Andrés
Georgiu, Presidente de la Junta Directiva del Instituto Nacional de
Estadística, ELSTAT, decidió súbitamente en 2009, sin el consentimiento
de su Junta Directiva, incluir en el cálculo del déficit a algunas
organizaciones y empresas que nunca antes se habían tenido en cuenta en
ningún otro país europeo, con la excepción de Noruega, y ello con el
objetivo de que el déficit de Grecia sobrepasara al de Irlanda (el 14%),
para convertir a nuestro país en el eslabón débil de Europa, NdT].
Debido a este aumento artificial del déficit, el fiscal del Estado,
Grigoris Peponis,ha encausado hace veinte días a Papandreu y a
Papakonstantinu (su exministro de Hacienda).
A continuación, Papandreu y su ministro de Hacienda iniciaron una
campaña de descrédito que duró cinco meses, durante los cuales trataron
de persuadir a los extranjeros de que Grecia, al igual que el Titanic,
se estaba hundiendo y de que los griegos son corruptos, perezosos e
incapaces de hacer frente a las necesidades del país. Las tasas de
interés subían después de cada una de sus declaraciones y todo eso
contribuyó a que Grecia dejase de poder contraer préstamos y nuestra
adhesión a los dictados del FMI y del Banco Central Europeo se
convirtiese en una operación de rescate que, en realidad, es el
principio de nuestro fin.
En mayo de 2010, el ministro de Finanzas firmó el Memorándum, es
decir, la sumisión de Grecia a nuestros prestamistas. Según la ley
griega, la adopción de un acuerdo como éste debe presentarse al
Parlamento y necesita la aprobación de las tres quintas partes de los
diputados. Eso significa que tanto el memorándum como la troika que nos
gobierna son ilegales, no sólo desde el punto de vista de la legislación
griega, sino también de la europea.
Desde entonces, si considerásemos que nuestro viaje hacia la muerte
es una escalera de veinte peldaños, ya hemos recorrido más de la mitad
del camino. El Memorándum regala a los extranjeros nuestra independencia
nacional y la propiedad de la nación, es decir, nuestros puertos,
aeropuertos, carreteras, electricidad, agua, todos los recursos
naturales (subterráneos y submarinos), etc. A éstos hay que añadir
nuestros monumentos históricos, como la Acrópolis, Delfos, Olimpia,
Epidauro y otros, ya que hemos decidido no hacer valer nuestros
derechos.
La producción ha disminuido, la tasa de desempleo ha aumentado
hasta el 18%, 800 000 negocios, miles de fábricas y cientos de artesanos
han cerrado. Un total de 432 000 empresas han quebrado. Decenas de
miles de científicos jóvenes están abandonando nuestro país, que se
hunde cada vez más en las tinieblas de la Edad Media. Millares de
personas que tenían una buena posición hasta hace poco, ahora buscan
comida en los contenedores de basura y duermen en las aceras.
Mientras tanto, se supone que debemos vivir gracias a la
generosidad de nuestros prestamistas, los bancos europeos y el FMI. De
hecho, todo el paquete de decenas de miles de millones de euros que
llega a Grecia regresa luego a nuestros acreedores, mientras que
nosotros nos endeudamos cada vez más a causa de unas tasas de interés
insoportables. Y como es necesario mantener la función del Estado, los
hospitales y las escuelas, la troika impone impuestos exorbitantes a la
clase media baja de nuestra sociedad, que llevan directamente a la
hambruna. La última vez que tuvimos una situación de hambruna
generalizada en nuestro país fue al principio de la ocupación alemana en
1941, con casi 300 000 muertos en sólo seis meses. Hoy, el espectro del
hambre vuelve a nuestro infortunado y calumniado país.
Si la ocupación alemana nos costó a los griegos un millón de
muertes y la destrucción total de nuestro país, ¿cómo podemos aceptar
las amenazas de Merkel y la intención alemana de imponernos un nuevo
Gauleiter,* que esta vez llevará corbata?
La ocupación alemana, desde 1941 hasta octubre de 1944, demostró
hasta qué punto Grecia es un país rico y hasta qué punto los griegos son
trabajadores y tienen conciencia de su compromiso con la libertad y el
amor por su patria.
Cuando las SS y la hambruna mataron a un millón de personas y la
Wehrmacht destruyó nuestro país, confiscó toda la producción agrícola y
el oro de los bancos, los griegos fueron capaces de sobrevivir por medio
del Movimiento de Solidaridad Nacional y de un ejército de 100 000
guerrilleros, que inmovilizaron 20 divisiones alemanas en nuestro país.
Al mismo tiempo, los griegos no sólo sobrevivieron gracias a su
diligencia en el trabajo, sino también, bajo las duras condiciones de la
ocupación, gracias al gran desarrollo del arte griego moderno,
especialmente en los campos de la literatura y de la música.
Grecia eligió el camino del sacrificio por la libertad y la supervivencia al mismo tiempo.
Fuimos atacados, respondimos con la solidaridad y la resistencia y
sobrevivimos. Ahora hacemos exactamente lo mismo, con la certeza de que
el pueblo griego, con el tiempo, vencerá. Este mensaje está dirigido a
Merkel y a su ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y hace
hincapié en que yo sigo siendo un amigo del pueblo alemán y un gran
admirador de su contribución a la ciencia, a la filosofía, al arte y, en
particular, a la música. La mejor prueba de ello es que he confiado
toda mi obra musical en dos editoriales alemanas, Breitkopf y Schott,
que están entre las mayores editoriales del mundo, y mis relaciones con
ellas son muy cordiales.
Hoy nos amenazan con echarnos de Europa. Si ellos no nos quieren una vez, nosotros no querremos diez veces formar parte de la Europa de Merkel y Sarkozy.
Hoy, domingo 12 de febrero, Manolis Glezos –el héroe que arrancó la
cruz gamada de la Acrópolis y con ello dio la señal que marcó el
comienzo no sólo de la resistencia griega, sino también la resistencia
europea contra Hitler– y yo vamos a participar en una manifestación en
Atenas. Nuestras calles y plazas se llenarán de cientos de miles de
griegos que expresan su ira contra el gobierno y la troika.
Ayer escuché a nuestro primer ministro-banquero cuando,
dirigiéndose al pueblo, dijo que ya casi hemos tocado fondo. Pero ¿quién
nos ha llevado a ese fondo en sólo dos años? Son los mismos que, en vez
de estar en la cárcel, amenazan a los diputados con votar un nuevo
Memorándum peor que el anterior. ¿Por qué? Porque eso es lo que el FMI y
el Eurogrupo nos obligan a hacer con amenazas: si no obedecemos, será
la quiebra... Es una situación totalmente absurda. Grupos griegos y
extranjeros que nos odian y que son los únicos responsable de la
situación en que está nuestro país, nos amenazan y nos chantajean para
seguir destruyéndonos hasta nuestra extinción definitiva.
Durante siglos hemos sobrevivido en condiciones muy difíciles. Y no
sólo sobreviviremos ahora, sino que resucitaremos si nos llevasen por
la fuerza hasta el penúltimo peldaño de la escalera que conduce a la
muerte.
En estos momentos dedico todas mis fuerzas a unir a los griegos.
Trato de convencerlos de que la troika y el FMI no son una calle de
sentido único. Hay otra solución: cambiemos la orientación de nuestra
nación. Pactemos con Rusia una cooperación económica que nos ayude a
poner en valor la riqueza de nuestro país en condiciones favorables para
nuestros intereses nacionales.
Propongo que dejemos de comprar equipamiento militar alemán y
francés. Hagamos todo lo posible para que Alemania nos pague las
reparaciones de guerra que nos adeuda, que con los intereses acumulados
se elevan a 500 billones de euros.
La única fuerza capaz de hacer estos cambios revolucionarios es el
pueblo griego en un frente unido de Resistencia y Solidaridad que
expulse del país a la troika (FMI y bancos europeos). Al mismo tiempo,
declaremos nulos y sin efecto todos sus actos ilegales, préstamos,
deudas, intereses, impuestos y compras de bienes públicos). Por
supuesto, sus socios griegos, que nuestro pueblo ya ha condenado como
traidores, recibirán el castigo que se merecen.
Vivo totalmente centrado en este objetivo (la unión del pueblo en
un Frente) y estoy seguro de que lo vamos a lograr. Luché con las armas
en la mano contra la ocupación nazi. Conocí los calabozos de la Gestapo.
Fui condenado a muerte por los alemanes y sobreviví milagrosamente. En
1967, fundé el Frente Patriótico (Patriotikò Mètopo, PMA), la
primera organización de resistencia contra la junta militar. He luchado
en la clandestinidad. Fui detenido y encarcelado en el “matadero” de la
policía de la Junta. Pero sigo aquí.
Tengo 87 años y es muy probable que el día de la salvación de mi
querida patria no esté entre vosotros. Pero voy a morir con la
conciencia tranquila, porque cumpliré hasta el final con mi deber para
con los ideales de libertad y derecho.
martes, 24 de enero de 2012
Crisis: nuevo escenario económico mundial
Crisis: nuevo escenario económico mundial
Todo ello con un costo estimado de US$ 4,5 Billones de para países como EEUU, Reino Unido y Japón. Lo que ha originado la desestabilización económica global y la entrada en recesión de las principales potencias económicas mundiales, dibujándose un escenario a cinco años en el que se podría regresar al proteccionismo económico, con la subsiguiente contracción del comercio mundial y posterior finiquito a la globalización económica.
Economías del Primer Mundo
Entrada en recesión económica de las economías del Primer Mundo con estimaciones de estancamiento económico hasta el segundo semestre del 2.012, hundimiento bursátil y consiguiente inanición financiera de las empresas y previsible devaluación de sus monedas para incrementar sus exportaciones.
– La brutal contracción del consumo interno y reestructuración de los sectores automovilístico, financiero, aerolíneas, inmobiliario, construcción y aseguradoras con el consiguiente efecto dominó en la cascada de cierres empresariales y con aumentos de la tasa de paro hasta niveles desconocidos desde la II Guerra Mundial.
El finiquito del consumismo compulsivo imperante en la pasada década, provocado por las tasas de paro galopantes y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores debido a los exiguos incrementos salariales, congelación o dramática reducción de los mismos unido a la generalización de la precariedad laboral con salarios mínimos e interinidad vitalicia: implantación de la jornada laboral mínima de 45 horas semanales y retraso de la jubilación a los 65 años, unido al deterioro progresivo de las condiciones laborales.
– Frecuentes estallidos de conflictividad laboral y agudización de la fractura social de los países desarrollados, quedando diluidos los efectos benéficos de las anunciadas medidas sociales por la cruda realidad de la severa crisis económicay obligando a amplias capas de la población a depender de los subsidios sociales, lo que aunado con el incremento de ataques xenófobos por parte de grupos neonazis podría terminar por desencadenar violentos disturbios raciales.
– Implantación de medidas proteccionistas en los países del Primer Mundo (Fomento del consumo de productos nacionales), en forma de ayudas para evitar la deslocalización de empresas; subvenciones a la industria agroalimentaria para la instauración de la etiqueta BIO a todos sus productos manufacturados; elevación de los parámetros de calidad exigidos a los productos manufacturados del exterior e imposición de medidas fitosanitarias adicionales como forma encubierta de proteccionismo frente a la invasión de productos de países emergentes, con la consecuente contracción del comercio mundial.
ç
– Severo estancamiento de sus economías con crecimientos anuales del PIB cercanos al 5% después de un decenio espectacular con tasas de crecimiento superiores a los dos dígitos, lo que les impedirá reducir sus niveles de pobreza.
– Brutal constricción de las exportaciones y reducción espectacular de sus superávit debido a la contracción del consumo mundial y al establecimiento por las principales economías mundiales de sistemas económicos proteccionistas unido a la elevación de los parámetros de calidad exigidos por los países del Primer Mundo.
– Iimplantación por los países emergentes de leyes laborales y medioambientales más estrictas y la apreciación del yuan en el caso de China.
– Inflación desbocada (rozando los dos dígitos) debido a la necesidad imperiosa de importar cantidades ingentes de alimentos para abastecer a sus habitantes ante la alarmante carestía de productos agrícolas básicos para su alimentación (trigo, maíz, mijo, sorgo y arroz) y desertización de amplias zonas industriales lo que originará éxodos masivos de población urbana a las zonas rurales obligando a vivir una gran parte de su población por debajo del umbral de la pobreza, siendo previsibles epidemias y episodios de hambruna, un notable incremento de la inestabilidad social y un severo retroceso de las incipientes libertades democráticas .
–Hundimiento del precio del crudo debido a la severa contracción de la demanda mundial, lo que aunado con sucesivos recortes de producción por parte de la OPEP y la huida de los brokers especulativos imposibilitará a los países productores conseguir precios competitivos, que permitirían la necesaria inversión en infraestructuras energéticas y búsqueda de nuevas explotaciones , por todo lo cual no sería descartable un posible estrangulamiento de la producción mundial del crudo a partir del 2016.
Paísesdel este de Europa
Sustitución de la actual Unión Europea por una constelación de países satélites dentro de la órbita de la alianza franco-germana (Eurozona), viéndose obligados el resto de países no integrados en dicha órbita (países de la Europa emergente) a devaluar sus monedas y retornar a economías autárquicas tras sufrir masivas migraciones interiores.
Asimismo, deberán proceder a la reapertura de abandonadas minas de carbón y obsoletas centrales nucleares para evitar depender energéticamente de una Rusia que, conjugando hábilmente el chantaje energético, la amenaza nuclear disuasoria, la intervención militar quirúrgica y la desestabilización de gobiernos vecinos non gratos irá situando bajo su órbita a la mayoría de los países desgajados de la extinta URSS.
– Inflación desbocada de dos dígitos e incremento espectacular de la deuda externa, debido a la necesidad imperiosa de importar cantidades ingentes de alimentos para abastecer a sus habitantes ante la alarmante carestía de productos agrícolas básicos para su alimentación (trigo, maíz, mijo, sorgo y arroz).
– Estrangulamiento de sus exportaciones y depreciación generalizada de sus monedas a causa de la severa crisis económica global, plasmada en la contracción de la demanda mundial de materias primas, lo que obligará a una gran parte de su población a vivir por debajo del umbral de la pobreza.
Ello, unido al avance inexorable de los desiertos e inusuales desastres naturales, originará éxodos masivos de población, alternándose virulentas epidemias que asolarán buena parte del Tercer Mundo con una crisis alimenticia mundial cuyas posibles causas serían la concatenación de factores geopolíticos, el cambio de patrones de consumo de los países emergentes, la debilidad del dólar y el hundimiento de los precios del crudo con el consiguiente desvío de inversiones especulativas a mercados de materias primas.
Todo aunado con el incremento del uso de los biocombustibles, inusuales sequías e inundaciones y la aplicación de restricciones a la exportación de los principales productores mundiales para asegurar su autoabastecimiento conseguirá desabastecer los mercados mundiales y elevar los precios hasta niveles estratosféricos.
Analistas español de asuntos económicos y geopolíticos.
Su “blog”: http://losrestosdelnaufragio.over-blog.es
martes, 3 de enero de 2012
¡Vaya, vaya! Islandia triplicará el crecimiento de la UE en 2012
¡Vaya, vaya! Islandia triplicará el crecimiento de la UE en 2012
Islandia fue el único país europeo que rechazó tras referéndum ciudadano rescatar a la banca privada, dejando caer a algunos de ellos y juzgando a numerosos directores de bancos por sus delitos financieros.
Mientras, en otros países como España, el ministro de economía fue el responsable máximo de Lehman Brothers, banco que maquilló balances e infló sus resultados para seguir aparentando solvencia en los mercados gracias a la desregulación del sistema financiero, y que terminó por colapsar.
Glitnir, Landsbankinn y Kaupthing fueron bancos nacionalizados en 2008 para evitar su quiebra, quedando bajo control democrático, en lugar de recibir inyecciones incondicionales de capital público, como ocurrió en España u otros países europeos. El pasado mes de Junio, uno de ellos —Landsbankinn— anunció su intención de devolver intereses y ayudas a los hipotecados con el fin compensar a los ciudadanos por pagar su rescate.
La revuelta pacífica comenzó en 2008 sin ocupar las páginas de los principales medios europeos, quienes la mencionaban en lugares marginales al ver ese país como un peligroso ejemplo a seguir. A finales de 2008 el conjunto de las deudas bancarias de Islandia equivalía 9 veces su PIB. La moneda se desplomó y la bolsa suspendió su actividad tras un hundimiento del 76%.
El país entró en bancarrota y percibió entonces un préstamo por 2.100 millones de dólares por parte del FMI y de 2500 millones de dólares por parte de países nórdicos y Rusia. El FMI, como es habitual, exigió a cambio medidas de "ajuste", es decir, recortes sociales que provocaron la ira de la población,
El Movimiento de Izquierda-Verde consiguió el 21,7%, Alianza Socialdemócrata el 29,8%, Partido Progresista 14,8% y Movimiento Ciudadano el 7,2%.
Johanna Siguroardottir fue elegida para encabezar el gobierno de socialdemócratas, izquierda y verdes. En 2010, se estableció una asamblea constituyente de 25 miembros, "ciudadanos de a pie", para reformar la Constitución del país. Ese mismo año, el gobierno sometió a referéndum el pago de la deuda contraída por los bancos privados islandeses en quiebra con ahorradores del Reino Unido y Países Bajos, pero el 90% de los ciudadanos se negó a asumirla.
Sus ciudadanos votaron no a raíz de la quiebra del banco Icesave, y los gobiernos de estos países cubrieron los depósitos con capital público. El FMI congeló entonces el préstamo a la espera de que Islandia pagase sus deudas ilegítimas.
En septiembre de 2010 el exprimer ministro Geir Haarde fue llevado a juicio por negligencia en su gestión ante la crisis. La Interpol también dicta una orden internacional de arresto contra el ex-presidente Sigurdur Einarsson. En Abril de 2011 sus ciudadanos volvieron a decir no en referéndum preguntados de nuevo sobre el pago de la deuda.
Con todo esto, este mes de diciembre el banco Landsbanki ha decidido devolver parte de la deuda. El montante total de lo satisfecho por Landsbanki equivale, según Icenews, a 350 mil millones de coronas, es decir, alrededor de un 33% del total adeudado. Aún así, "Icesave representa solo el 4% del total de las obligaciones contraídas por las entidades financieras del país, es decir unos 4.000 millones de euros. El 96% restante no podía ser devuelto a los acreedores porque era completamente imposible hacerlo ya que los intereses de la deuda hubiesen superado cada año los ingresos del país.
En palabras del economista Jón Danielsson: "(Los bancos) acumularon una deuda equivalente a varias veces el PIB anual. No hay manera posible de que los ciudadanos pudiesen pagarla".
Hace unos días la Fiscalía islandesa ha acusado formalmente a dos altos cargos de la banca de haber cometido fraude mediante la concesión de préstamos no autorizados durante operaciones que llevaron a su sistema financiero al colapso en 2008: el ex consejero delegado del quebrado Glitnir, Larus Welding, y al jefe de finanzas corporativas, Gudmundur Hjaltason, quienes presuntamente abusaron de sus posiciones al prestar unos 102 millones de euros sin autorización de la entidad, sin garantías por parte de los beneficiarios y sin consultar al departamento de control de riesgos.
Las agencias de calificación Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch siguen castigando hoy la deuda sin mucho éxito y aún tratan de ignorar la recuperación económica en ese país. Más, en 2008, pocos meses antes de que quebrase su banca, el país aún gozaba de triple A otorgada por estas mismas agencias.
* Periodista.
Despacho de www.contralatortura.cl
Addenda
Sorprendió al pacato-chismoso universo seudoinformativo que la persona que gobierna Islandia sea una ex azafata de 69 años —ocupó durante ocho años el Ministerio de Asuntos Sociales del país—. Johanna Sigurdardottir, madre de dos hijos de un matrimonio anterior, está casada con la periodista y dramaturga Jonina Leosdottir desde 2002
Para la generalidad de los medios de prensa lo importante es que ella sea primera cabeza de Gobierno abiertamente gay de la historia. La primera ministra nació en Reykiavik en 1942, y después de graduarse en el Colegio de Comercio de Islandia trabajó como azafata en las aerolíneas islandesas, Loftleidir. Ministra de Asuntos Sociales entre 1987 y 1994, fue también miembro del Comité de Industria y del Comité de Asuntos Exteriores del gobierno islandés.
"Nosotros creemos que la sexualidad no es importante a la hora de elegir a una persona para un cargo, los méritos profesionales y la educación deberían primar sobre otras cuestiones". acuerdan los islandeses. "Ahora bien, tiene un alto valor simbólico que la sociedad islandesa haya superado prejuicios y haya podido nombrar a una Primera Ministra sin importar su orientación sexual, sino sus aptitudes".
La Iglesia Católica romana carece de mayor influencia en ese país.
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