Política
Néstor Francia
A escasos días del 7 de octubre se mantiene la tensión en torno a la posibilidad del desconocimiento de los resultados por parte de algunos sectores de la oposición y de la ejecución de un plan violento que ha venido siendo denunciado. | NÉSTOR FRANCIA.*
El ministro de Defensa, general Henry Rangel Silva, indicó ayer que los organismos militares de investigación y seguridad han detectado el plan violento:
“Los informes de inteligencia señalan a algunos factores, a algunos grupos muy minúsculos, por supuesto, que andan planificando unas acciones que no están en el marco de la legalidad constitucionalidad”.
También el embajador venezolano ante las Naciones Unidas, Jorge Valero, ante la Asamblea General de la ONU que el 7 de octubre habrá un intento violento de no respetar el resultado electoral por parte de los opositores más radicales que apoyan a Capriles:
“Denunciamos responsablemente ante este foro que sectores nacionales antidemocráticos y golpistas, en alianza con poderosos intereses foráneos, intentarán utilizar la violencia para desconocer la voluntad popular”.
Ahora bien, no es fácil prever cuán minúsculos (o no) son estos grupos que se prepararan para acometer actos violentos, aunque damos crédito a las palabras del ministro. Si son grupos pequeños, podrán ser neutralizados rápidamente, sobre todo si los resultados, como esperamos, favorecen claramente a Chávez. Es más, si la victoria revolucionaria es muy contundente, es probable que esos grupos sean disuadidos de entrar en acción.
Ojalá sea así.
En todo caso los alborotadores no la tendrán fácil, no solo porque nuestro Gobierno y nuestro pueblo están preparados para enfrentarlos, sino además porque no tendrán el apoyo de importantes factores de la derecha que no están de acuerdo en embarcarse en una aventura.
Esto queda muy claro en las recientes declaraciones del secretario nacional de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, quien aseguró que los adecos respetarán el resultado electoral del 7 de octubre:
“Y si perdemos reconocer que perdimos… independientemente de cuál sea el resultado, al día siguiente los adecos vamos a decir, ahora para la elección de gobernadores”.
Todo el mundo sabe que los adecos tienen la mira puesta en las elecciones regionales y algunos hasta piensan que por debajo de cuerda le están sacando la alfombra a Primero Justicia y su candidato. Hasta un chiste se corre por ahí según el cual los adecos están mandando a votar por María Bolívar, para echarle una “ayudadita”.
La declaración de Ramos Allup incluye además un elemento muy importante que por primera vez oímos de algún representante de la oposición, lo cual es significativo a tan pocos días de los comicios: el reconocimiento expreso al CNE:
“Aquí el resultado electoral es el que anuncia en su momento y con estricto apego y sujeción a la ley, el Consejo Nacional Electoral”.
Hemos dicho que la candidatura de Manuel Rosales fue políticamente más fuerte que la de Capriles, y razonábamos:
“Entonces, todos los factores opositores actuaron al unísono en torno al candidato, y esto se notó en las tarimas de sus eventos, donde nunca faltaba un adeco, un copeyano, un masista, un ‘justiciero’. No hubo aquella vez ni una sola deserción, ni un solo dirigente o militante se deslindó del candidato, al menos no públicamente.
“En tal sentido, es absolutamente falsa la matriz que ha tratado de imponer la oposición de que nunca su unidad había sido tan sólida como ahora. Es todo lo contrario, jamás había sido tan evidente su íntima desunión en una campaña electoral”.
Esto quedó también evidenciado con las declaraciones del dirigente adeco, quien expresó que existen diferencias “de forma y de fondo con Primero Justicia, Copei y con Un Nuevo Tiempo”, y que su tolda no estuvo en el cierre de campaña del candidato de la derecha porque AD no es de “estar encaramado en tarimas”. ¿Más unidos que nunca?
Las expresiones de Ramos Allup contrastan con la de otro dirigente opositor, Julio Borges, de Primero Justicia. Durante una entrevista realizada en un programa matutino en Venevisión, Borges fue consultado sobre si aceptará o no los resultados de los comicios presidenciales, ante lo cual contestó:
“Claro, pero eso es un tema como que yo te diga ‘¿te gustó la película?’, y tú me dices: ‘Julio, no he entrado a ver la película todavía’. Cuando salgas de verla tú me dices si te gustó o no…
“Igual pasa con las elecciones… vamos a ver cómo se desarrolla todo. Vamos a ver que exista ese control, esa seguridad y esa paz; y entonces nosotros al final, sí todo sale bien, por supuesto que vamos a aceptar los resultados”.
Es evidente que AD y PJ no están de acuerdo en este punto fundamental. Nótese que Borges no nombra al CNE, no lo reconoce en su calidad de árbitro, como sí lo hace Ramos Allup. Estas contradicciones, que no son menores, juegan a favor de la revolución y dejan claro que no será nada fácil para los conspiradores llevar adelante sus planes.
Capriles ha dicho de todo para tratar de venderle al país una imagen “izquierdosa”, presentándose como de “centro izquierda”. En su reciente rueda de prensa con corresponsales extranjeros se desmandó con este camuflaje sin ningún rubor. Por ejemplo: “Uno de los primeros sitios adonde aspiro a viajar (…) es a Brasil”, repitiendo una vez más que su modelo es el Brasil de Lula. Pese a la declaración de respaldo del ex gobernante brasileño a la candidatura de Chávez, Capriles afirmó que “sigue modelos” y “no se trata de personalizar las cosas”.
Otra “revelación” de Capriles es que se reuniría con Raúl Castro para hablar de las misiones y de los médicos cubanos:
“Estoy seguro que con el presidente Raúl Castro, una vez pase el proceso electoral, nos sentaremos a conversar sobre estos temas… Si necesitamos los médicos cubanos pagaremos por ellos, estamos pagando por ellos, lo que pasa que el gobierno, para continuar financiando un modelo político, utiliza la necesidad”.
Y para remate, el candidato de la derecha se quiso dar aires de cierto “antiimperialismo chucuto”, al decir:
“Yo creo que Estados Unidos tiene que cambiar su forma de relacionarse con América Latina, yo que creo que no ha sido acertada su forma de relacionarse con el sur, yo he dicho que Venezuela va a tener una relación de tú a tú, de respeto, con Estados Unidos como con los demás países”.
Es bien tonto o desinformado quien se deje marear por estos cantos de ballena. Resulta absolutamente evidente que Capriles no es solo el candidato de la burguesía venezolana, sino además de toda la derecha internacional y esta lo ha expresado sin tapujos. Es el candidato de Romney y los republicanos, del Tea Party, de la canalla mediática mundial, como lo hemos demostrado, de Alvaro Uribe, del alcalde derechista de Buenos Aires, Mauricio Macri, de Alejandro Toledo, de Roger Noriega, del usurpador paraguayo Federico Franco, del PP español, de la gusanera cubana de Miami, y pare usted de contar.
“En ese sentido, es notable como ahora recibe, por mampuesto, el apoyo de los golpistas hondureños (ellos son blancos y se entienden). El fiscal general de Honduras ordenó el lunes a la Fiscalía Contra la Corrupción iniciar las investigaciones sobre las denuncias hechas por Henrique Capriles que señalan que el gobierno de Hugo Chávez hizo una donación de 100 millones de dólares al gobierno hondureño de José Manuel Zelaya.
La acusación de este farsante irresponsable fue negada categóricamente por Zelaya, quien afirmó:
“Llamamos la atención del pueblo latinoamericano sobre este embuste internacional, que no es más que un guión de múltiples partes, que no solo buscan engañar al electorado venezolano, sino también darle una mano a los enemigos de la unidad latinoamericana”.
En su carrera desenfrenada hacia el barranco de la derrota, el majunche anda más enloquecido que nunca, exagerando realmente en sus engañifas demagógicas.
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* Periodista.
Fuente: SURYSUR