AVAAZ, ¿a quién “vaz” a engañar?
2 octubre 2012
-Sí Caperucita activista, son para oírte mejor…
Freeman, Liberación AHORA -
Al igual que le ocurrirse a la protagonista de aquel famoso cuento
infantil, cuando una persona mínimamente informada y lúcida observa con
atención e indaga en el Grupo AVAAZ, comienza a ver enseguida “curiosos rasgos”, detalles, vínculos, afinidades y orientaciones… cuando menos “mosqueantes”.
Pero, ¿son todo
meras casualidades, otro caso de “conspiranoia” (como gustan decir los
amigos del establishment), o existen por el contrario datos y hechos comprobables cuya evidencia exigiría una consideración más cuidadosa y seria por nuestra parte?
De este modo,
la pista del dinero, la significativa lista de personalidades
involucradas, así como el mismo modo de operar y la estrategia
comunicacional de esta organización, junto a su opaco funcionamiento
interno, ¿estarían señalando a AVAAZ como una herramienta de control y manipulación mundial de la disidencia, al servicio de la élite global corporativa (sionista)?
Cada cual indague, reflexione, discierna y saque sus propias conclusiones.
Farsas sistémicas (IV):
¿La “voz” de quién? (O por qué me di de baja en Avaaz)
Escrito por Cordura, reedición de FreeNews
Avaaz significa “voz”. La organización así llamada, a la que alguien caracterizó como «el Google del ciberactivismo», quiere dar voz a millones de personas (“empoderarlas”, dicen ellos) para acercar la realidad a la del mundo «que la mayoría de la gente quiere». Sus planteamientos parecen progresistas y avanzados. Lo que vamos a preguntarnos aquí es de quién es realmente la voz Avaaz.
«Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas,
pero por dentro son lobos rapaces» (Mateo 7: 15).
No
sé si has participado en alguna campaña de Avaaz aunque sólo sea
firmando una de sus cartas reivindicativas. Si es así, entonces te
computarán como uno de sus ya más de siete millones de “miembros”. A mí,
en cambio, espero que dejen de incluirme, pues me acabo de dar de baja.
Y te voy a contar por qué.
La cara amable de Avaaz
Avaaz, surgida en 2007, se presenta como una
organización solidaria que promueve causas tan nobles como la lucha
contra la pobreza, el respeto al medio ambiente y la defensa de los
derechos humanos. Proclama anhelos de paz en Oriente Próximo, combate el
choque de civilizaciones y se opone activamente a la represión (por
ejemplo en Irán y en Birmania). Usa un estilo próximo, juvenil y
familiar en las comunicaciones de sus campañas (el último correo suyo
que recibí, del pasado miércoles, concluía así: «Con esperanza, Ben,
Luis, Graziela, Benjamin, Ricken, Stephanie, Rewan, y todo el equipo de
Avaaz»).
En la portada
de su web, disponible en catorce idiomas, ahora mismo se pueden ver
rotando imágenes referentes a acciones tan positivas como la de tratar
de frenar al voraz magnate Rupert Murdoch, el respaldo al pueblo egipcio
en su revolución democrática, el apoyo a Wikileaks, el control de los
transgénicos y la defensa de las ballenas. Son iniciativas en buena
medida asimilables a las metas de otras organizaciones altruistas y de
muchos creyentes en que “Otro mundo es posible” (aunque quizás con un
mayor toque light). [En España, además, apoyan activamente la campaña
para echar a los políticos corruptos de las listas electorales. De
manera significativa, en las versiones para Extremo Oriente las imágenes
rotatorias, más escasas, se centran en propugnar la libertad para el
Tíbet y Birmania.]
La propia Avaaz explica
así su ventaja diferencial («agilidad, flexibilidad, enfoque y escala
extraordinarias») respecto a otras entidades de objetivos similares:
aprovechan mejor las nuevas tecnologías globales y la realidad de una
ética también global. De este modo –afirman–, pueden funcionar «con un
equipo único» que se hace cargo de «cualquier asunto de interés
público». No buscan tanto formar una corriente ideológica como una
comunidad de valores que respeta las discrepancias puntuales. Sus
campañas, dicen, no se imponen de arriba abajo sino que surgen de las
demandas de sus miembros. Además, el equipo coordinador colabora con
organizaciones afines «para desarrollar estrategias eficaces». A partir
de ahí brotan sus conocidas alertas, enviadas por correo electrónico o a
través de redes sociales, sin perjuicio de publicar también «anuncios
costeados mediante donaciones de los miembros». Pues afirman con énfasis
su total autonomía financiera: «Nuestro modelo financiado por nuestros
miembros nos mantiene independientes y responsables.»
Entre sus «logros»
recogen la masiva respuesta obtenida por su alerta mundial sobre el
cambio climático, su decisiva intervención en Brasil para descalificar a
políticos corruptos, o sus actuaciones frente a desastres naturales en
Pakistán y Birmania. Asimismo
han realizado recogidas de firmas contra los transgénicos, apoyaron los
esfuerzos para que Paul Wolfowitz dejara de presidir el Banco Mundial y
animaron la superación de las «políticas unilaterales y destructivas de Bush». Esto último encaja con el hecho de que entre sus fundadores no falten críticos del criminal texano (ver también).
Ampliando el zum
Un análisis algo más cuidadoso muestra detalles quizá no tan positivos. Su frecuente recurso iconográfico a Bin Laden
lleva a sospechar que, además de asumir la absurda versión oficial
sobre el 11-S, comulgan con las bases de la “Guerra contra el
Terrorismo” (¿quizá no son tan contrarios a Bush después de todo?).
Refuerza esa sospecha que entre sus “logros” incluyan que coorganizaron en 2007 el primer discurso de David Miliband como ministro de Exteriores del Reino Unido en la etapa de Gordon Brown. O la propia colaboración
de éste con una campaña de Avaaz. Recordemos que Brown fue durante años
miembro del gobierno Blair que respaldó la guerra “legal” contra
Afganistán y codeclaró la guerra ilegal contra Irak. Y que, ya como
primer ministro, mantuvo la misma línea belicista, además de
liberticida.
No menos llamativo es que en varias de sus portadas
(en inglés, en alemán…) destaquen una frase del propio Brown elogiando a
Avaaz. O que en otras de ellas (la versión española, la italiana…)
recurran a una cita de Al Gore de estilo similar. Gore…
el vicepresidente de Clinton –recuérdese el acoso a Irak durante
aquellos años, con frecuentes bombardeos, a veces masivos–, el que
aceptara sumisamente su “derrota” electoral frente a Bush pese a haber
ganado en votos, el ecologista derrochador de energía que fuera galardonado con el Nobel de la Paz, premio obsceno como pocos, entregado una vez más a un violentista.
Pero aún no hemos visto nada… Personalmente ya tenía
bajo examen a Avaaz por la tibieza de algunas de sus posturas (a la vez
que aplaudía otras), o por su apoyo a las engañosas “revoluciones de
colores”. Cabía pensar en su ingenuidad, no obstante. Lo que acabó
disparando todas mis alarmas fue ese último correo que recibí, en el que
descaradamente abogan por la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia
para acabar con el régimen de Gadafi. En otras palabras: 1. Dan por
buena la versión occidental de los hechos, pese a que a día de hoy aún
nadie ha demostrado que lo que ocurra en Libia sea otra cosa que una
guerra (y, según crecientes indicios, promovida por el imperialismo: ver
1 y 2).
2. Les parece correcto que los mayores criminales del planeta (¿o es
que aún no se han dado cuenta de que lo son?) intervengan para deponer a
otro criminal a fin de cuentas menor. Fue al recibir dicha alerta
cuando me puse a investigar más a fondo a Avaaz….
Quién hay detrás
Indagar en la “trastienda” de Avaaz resulta
revelador. Hemos mencionado ya que su gente coorganizó el primer
discurso de Miliband. Su socio en esa peculiar gestión (curioso “logro”
ésta para un colectivo que quiere cambiar el mundo) fue la Chatham House.
¿Qué es la Chatham House? Su nombre original, aún conservado, es Royal Institute of International Affairs, el más relevante think tank británico y uno de los más influyentes del mundo. Su fundación data de 1920 –con cédula real desde 1926–, fruto de un plan angloestadounidense cuya contraparte al otro lado del Atlántico sería el Council on Foreign Relations (CFR), «institución hermana» bien conocida por su capacidad de orientar la política exterior estadounidense.
Por las tribunas de la House han pasado oradores
como David Cameron, Ban Ki-moon, Hamid Karzai, Condoleezza Rice, Gordon
Brown y Pervez Musharraf. Y, más atrás en el tiempo, otros como Ronald
Reagan. O sea, la crème de la crème del Sistema más algunos de sus
adjuntos. Eso sí, con una cierta inclinación europeísta pese a sus
vínculos atlánticos. Interesante entidad colaboradora de Avaaz, en
cualquier caso.
George Soros |
Según Wikipedia, Avaaz nace de la confluencia de dos organizaciones preexistentes, ResPublica y MoveOn. Ambas, supuestamente preocupadas por una democracia más participativa. La primera, con alusiones iconográficas en su web a Gandhi y a Martin Luther King, tiene entre las personalidades que la respaldan a alguna procedente del entorno de Bill Clinton, pero la gran mayoría son destacados líderes o portavoces religiosos, tanto protestantes como católicos romanos (hay también un rabino). Entre los segundos se incluye Charles Rooney, de Catholics in Alliance for the Common Good (CACG), una organización que promueve «la plenitud de la tradición social católica en la plaza pública» (el enlace a esta cita provista por Wikipedia ya no se encuentra activo).
Por su parte, MoveOn está muy vinculada al Partido Demócrata estadounidense. Es anti-Bush y pro Obama. Entre sus fuentes de financiación destaca el superricacho George Soros, conocido especulador húngaro-estadounidense que, entre sus múltiples hazañas, llegó a desestabilizar el Banco de Inglaterra.
Tom Perriello |
Volveremos pronto con Soros. Antes, aludamos
rápidamente a un sujeto nada irrelevante que se cuenta entre los
cofundadores individuales de Avaaz. Hablamos de Tom Perriello,
con una fulgurante carrera a sus 36 años. Ex congresista por el Partido
Demócrata, Perriello es otro partidario de la “Guerra contra el
Terrorismo” y como tal ha apoyado el aumento de tropas en Afganistán y
la permanencia en Pakistán. Defensor del “derecho” a tener armas, son
conocidos sus vínculos con la Asociación Nacional del Rifle.
Pero quizá no sean menos significativas las conexiones de Perriello con
el mundo religioso.
Católico romano, colabora no obstante también con
organismos de otras confesiones. Fue además uno de los impulsores de la
entidad sociorreligiosa Faithful America, así como el fundador de la CAGG, la susodicha agrupación papista que quiere inundar de tradición católica la sociedad estadounidense con la excusa del “bien común”.
¿Realmente se autofinancia Avaaz? Según lo que se
entienda por eso… Si un multimillonario se encuentra entre sus miembros
donantes, podemos decir que sí (lo que pasa es que entonces tal vez haya
que preguntarse quién es miembro de quién). Hablamos de nuevo de George
Soros. Son diversas las fuentes que lo conectan con Avaaz (p. ej. 1, 2 y 3), cosa que esta organización no declara y, hasta donde sabemos, tampoco desmiente.
En busca de más evidencias, retornemos al papista
Perriello, el dinámico cofundador de Avaaz. Al parecer, el Open Society
Institute (OSI) de Soros le dio 150,000 dólares a su citada asociación Catholics in Alliance for the Common Good en 2006. Algo llamativo por cuanto Soros es ateo.
Por cierto, este acaudalado caballero ha estado también vinculado,
como miembro de su Junta Directiva, al CFR, ya citado más arriba
(recordemos que es la entidad hermana de la Chatham House, colaboradora
de Avaaz). Y a través del también mencionado OSI, tuvo un papel
relevante en el éxito de la Revolución de las Rosas,
que inclinó definitivamente a Georgia hacia el lado occidental. Por
entonces (2003) aún no existía Avaaz, que después se ha caracterizado
por defender ese tipo de revoluciones en otras partes.
Desde luego, la financiación de Soros ayudaría a
comprender el rápido crecimiento de Avaaz, así como la espectacularidad
de sus acciones y recursos (recordemos la tecnología visible en su web,
así como que ésta tenga versiones en catorce idiomas).
Conclusiones
Avaaz se presenta a sí misma como una organización de
base, pegada a la gente de a pie, que con un solo pero entusiasta
equipo humano ha sido capaz de captar millones de seguidores e irradiar
una influencia cada vez más global en su camino hacia un mundo mejor.
Dice promover la paz, la libertad y los derechos humanos.
La realidad parece ser muy otra, como delatan sus vínculos. Estamos ante una organización cien por cien sistémica,
y por tanto condenada a contribuir a preservar lo esencial del presente
statu quo. Un movimiento asociado a los principales responsables de
este criminal Sistema, sobre todo a los del ala progre, incluido el magnate Soros. Al servicio, pues, del imperialcapitalismo. Y con una inquietante nota adicional, resumida principalmente en la figura de TomPerriello: la conexión de fondo con el Gran Tapado.
Con Avaaz estaríamos, sencillamente, ante lo que Michel Chossudovsky llama “fabricando disidencia”: para evitar que surja una disidencia de verdad, lo que hace el Sistema es inventarse una de falsa hacia la que canalizar los genuinos impulsos de cambio y renovación. Es el típico disfraz del Poder para autoalimentarse. Que durará sólo mientras Dios lo consienta.
Conclusiones del artículo Escrito por: Cordura el 12 Mar 2011 – URL Permanente
¡Vamos a cambiar las cosas! Firmemos mas campañas… ¡Y así nos hacemos oir! ¡Pásalo, pásalo, pásalo! |
¡Que injusticia! Se van a enterar… ¡voy a firmar! Es fantástico, ¡cada vez somos mas! |
Fuentes: Freenews, Blog de Cordura