[Al cierre de esta edición de Sin
Permiso, dos millones de personas se manifestaban por las calles y plazas
de las principales ciudades de Egipto. Miles de manifestantes enfrente del
palacio presidencial de Heliópolis, en El Cairo, con banderas egipcias y fotos
de los mártires de la revolución exigen la dimisión de Morsi. El conocido
clérigo suní Youssef E-Qarawadi ha hecho público un video esta tarde pidiendo
paciencia a los manifestantes ante los errores de Morsi: “Si hemos esperado 30
años para poner fin al régimen de Mubarak y otros 30 años antes de él para que
se fueran los tiranos, ¿por qué no podemos concederle a Morsi un año?”. La
respuesta ha venido de los manifestantes en la ciudad obrera de Mahalla, que
desde la plaza de Al-Shoun gritaban: “¡Ya lo dijo Abdel-Nasser, no te fíes de
los Hermanos Musulmanes!”, haciéndose eco de una popular consigna de la
revolución nacionalista egipcia. En nuestra próxima edición publicaremos un
dossier sobre este segundo aliento de la revolución democrática egipcia. En Ahram On Line se puede seguir en vivo el
desarrollo de los acontecimientos que conmueven a Egipto. Mientras tanto
publicamos esta crónica del sábado 28 sobre la actitud de los principales
actores de la revolución egipcia. Redacción de Sin Permiso]
Egipto se prepara para su mayor ola de protestas desde la
Revolución del 25 de enero, esta vez para pedir la dimisión del Presidente islamista
Morsi y la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas.
Morsi ha sido el primer presidente elegido democráticamente
de Egipto, el 30 de junio de 2012. Sin embargo, su gestión no ha gustado a
muchos, incluyendo a algunos sectores que le apoyaron en la última ronda de las
elecciones presidenciales contra Ahmed Shafiq, último primer ministro de Mubarak
(que los grupos revolucionarios consideraban una continuación del antiguo
régimen derrocado).
Los que fueron aliados en la Plaza Tahrir durante 18 días en
2011, los grupos y partidos liberales y de izquierda se preparan para un pulso con
el Presidente, miembro de los Hermanos Musulmanes, su partido y una serie de
fuerzas islamistas que han decidido apoyarle en esta guerra de
"legitimidad".
Las protestas han comenzado con una semana de antelación al
30 de junio en El Cairo, Alejandría y varias regiones egipcias, incluyendo
Daqahliya, Sharqiya y Zagazig.
Han tenido lugar feroces enfrentamientos en Alejandría, la
segunda ciudad de Egipto, que a menudo han terminado en choques directos entre
partidarios y opositores del presidente. Esto alarmó a muchos activistas y
políticos que han pedido en repetidas ocasiones a todas las partes que se
manifiesten pacíficamente.
Las fuerzas islamistas llevan a cabo actualmente una sentada
en la mezquita de Al-Rabaa Adawiya, en Nasr City, en El Cairo, que comenzó el viernes
en apoyo de Morsi. Realizaron una manifestación similar la semana pasada, en la
que participaron cientos de miles de personas.
También el viernes, decenas de miles de personas se
congregaron en contra de Morsi en varios lugares de El Cairo y se dirigieron a
la Plaza Tahrir, el corazón de la revolución de Egipto.
Tamarod (“Rebelión”), una campaña de
recogida de firmas, ha reunido más de 22 millones pidiendo la dimisión de Morsi.
El Pueblo
En vísperas del domingo, la anticipación es palpable en las
calles extrañamente vacías de El Cairo, ya que muchos egipcios han decidido capear
los acontecimientos que se avecinan quedándose en casa, ya sea por miedo o
impotencia. Después de días de larguísimas colas en las gasolineras por los
rumores sobre inminente escasez de carburantes, algunos se han rendido, han estacionado
sus coches y se han refugiado en casa.
En los últimos días también ha habido largas colas en los
supermercados, así que parece que las clases medias y altas han hecho acopio
suficiente de víveres para una o dos semanas, en previsión de que se desate el infierno
cerca de los supermercados o no puedan salir de sus casas.
"He comprado todo lo que necesito, desde pasta hasta
verduras, he acaparado todo lo que he podido, así que podemos quedarnos en casa
y ver la revolución en televisión", afirma Jihan Mohamed (40 años) que aún
no ha decidido si va a unirse a las protestas. Mohamed votó a Morsi en la
segunda vuelta, y dice: "me arrepiento, nunca pensé que esta gente
hambrease e hiciese daño al país de la forma en que lo han hecho. ¿Qué ha
pasado con sus preceptos religiosos?”, se pregunta airado mientras compra pan en
una panadería abarrotada de gente en el céntrico distrito de Shubra.
El padre de Mohamed ha estado atrapado tres días en la zona
del delta del Nilo, hasta que encontró gasolina para llenar el depósito de su
coche y regresar a El Cairo.
La seguridad es una de las principales preocupaciones de
muchos de los que se manifiestan por primera vez. Un arquitecto jubilado,
Hassan Darwish (70 años), participará por primera vez en su vida en las
protestas, junto con su familia, el 30 de junio. "Ya no me siento seguro, casi
no duermo, estoy siempre preocupado por mis hijos y mis nietos. Me despierto en
medio de la noche para comprobar las cerraduras de las puertas y las ventanas",
añade Darwish después de una reunión con otros compañeros que también se
manifiestan por primera vez y que acaban de terminar sus plegarias en una
mezquita en el barrio satélite “6 de octubre”.
"Vamos a reunirnos después de la oración de la tarde e
iremos con nuestros coches hasta la Plaza Juhayna para reunirnos allí con el
resto de los vecinos del “6 de octubre”, luego “formaremos una caravana de coches
hasta Tahrir o Ittihadiya, según como vaya el día”, puntualiza Darwish confiado.
La seguridad es estricta en muchas zonas y las tropas están desplegadas
en El Cairo y en otros lugares.
Hay barreras de alambre de púas y se controla rigurosamente
a automóviles y personas frente a los centros comerciales, empresas y
edificios.
Tropas militares están también desplegadas en áreas
cruciales.
La mayoría de los bancos, las empresas públicas y privadas han
aconsejado a sus empleados tomarse libre el 30 de junio, descontándolo de sus
vacaciones anuales, por su propia seguridad.
El Presidente
El presidente Morsi, en un discurso de más de tres horas
televisado el miércoles, fue incapaz de dar garantías a la oposición. Dio las
gracias a los militares y la policía y atacó y agradeció la labor del Poder
Judicial. El presidente defendió su gestión, admitió errores y prometió reformas
que los corrigiesen.
Atribuyó sus fracasos a los enemigos internos y externos de
Egipto y los restos del antiguo régimen, a los que acusó de odiar ver a Egipto
en la senda democrática.
"Asumí la responsabilidad de un país sumido en la
corrupción y se desencadenó una guerra para hacer que fracasase", dijo.
En su discurso a la nación, Morsi también describió como
actúan los políticos, jueces y periodistas - a quien citó por su nombre - que
cree que quieren "dar marcha atrás" y volver a la era Mubarak.
"Los enemigos de Egipto no han escatimado esfuerzos
para sabotear la experiencia democrática."
El presidente Morsi desafió a los dirigentes de la oposición
a recurrir a las urnas si quieren un cambio de gobierno y los criticó por
negarse a participar en un diálogo nacional.
Morsi también advirtió a los medios de comunicación que no
abusen de la libertad de expresión.
En cuestión de horas, el efecto del discurso del presidente
islamista se podía sentir, como los círculos de una onda, a través de los
medios de comunicación egipcios.
Un programa de entrevistas en el canal de televisión
Al-Fareen terminó abruptamente el jueves por la noche cuando el presentador se
enteró de que iba a ser arrestado. Presentador y propietario del canal, a
Tawfiq Okasha se le acusa de difundir información falsa y el canal ha dejado de
emitir.
Otro presentador importante presentó su dimisión en directo
en la televisión estatal, en protesta por lo que califico como "las
interferencias del gobierno" en la línea editorial de su programa.
Al propietario de los canales Al Nahar y CBC, Mohammed
El-Amin, se le ha prohibido viajar fuera del país después de que Morsi le mencionase
por su nombre en su discurso, afirmando “que no había pagado sus impuestos",
y que “esta es la razón por la que su canal ataca al presidente y la Hermandad”,
según aseguró el presidente en un acto islamista, en el que el público gritaba
"¡hay que purgar a los medios de comunicación!".
El-Amin ha negado todas las acusaciones.
La Oposición
La principal coalición de la oposición rechazó el jueves la
oferta del presidente Morsi de diálogo.
En un comunicado, la mayor plataforma de la oposición en
Egipto, el Frente de Salvación Nacional (FSN), afirmó que "seguimos
exigiendo la convocatoria inmediata de elecciones presidenciales anticipadas".
"Estamos seguros de que el pueblo egipcio va a salir a
la calle por millones en manifestaciones pacíficas en todas las plazas y calles
para exigir sus reivindicaciones y volver a relanzar la Revolución del 25 de
enero", agregó el comunicado.
La oposición se refiere al levantamiento popular en enero de
2011 que derrocó al presidente Hosni Mubarak.
"El discurso del presidente [a la nación] han
confirmado la opinión de los egipcios de que Morsi no es capaz de ejercer la
presidencia”, asegura el FSN.
Los militares
El despliegue de fuerzas militares comenzó en todo el país
el martes, mientras el ministro de Defensa Abdel-Fattah El-Sisi declaraba a
principios de esta semana, que el ejército tenía la "responsabilidad
moral" de evitar que "Egipto caiga en un agujero oscuro" de
violencia política.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (SCAF), encabezado
por el mariscal de campo Mohamed Hussein Tantawi, asumió el poder entre febrero
de 2011 y junio de 2012 tras el derrocamiento de Hosni Mubarak de la
presidencia. Este período de gobierno del SCAF fue seguido por la elección del
candidato de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Morsi a la presidencia.
Han tenido lugar varias manifestaciones delante del
Ministerio de Defensa pidiendo que El-Sisi recupere el poder de Morsi.
La pregunta que se formula cada día en las calles, los programas
de entrevistas, los artículos de opinión y las tertulias es: ¿con quién se
alineará el ejército?, ¿volverá a hacerse con el poder?, ¿permanecerá neutral?
En su discurso - en El-Sisi aparecía con cara de póquer
militar típica sentado en la audiencia - Morsi reafirmó que él es el jefe de
las fuerzas armadas y agradeció a los militares sus esfuerzos para proteger las
fronteras de Egipto. El mensaje que intentó enviar es que el ejército está de
su lado.
Sin embargo, en muchas ocasiones los militares han hecho
saber que no están de ninguna parte en la lucha por el poder y que sólo están
del lado del pueblo.
La pregunta que debería sustituir a todas las demás es si los
militares están dispuestos a asumir el poder de nuevo si creen que la violencia
se vuelve incontrolable, especialmente después de todas las críticas que
recibieron de los políticos, los activistas y las organizaciones de derechos
humanos cuando asumieron el poder tras el derrocamiento de Mubarak.
La Hermandad
Mientras tanto, la Hermandad Musulmana y sus aliados han
protagonizado protestas masivas la semana pasada para mostrar su apoyo a la
"legitimidad democrática" del presidente y rechazar “la violencia”.
Los partidarios de la Hermandad han hecho hincapié en el
mitin del viernes en lo que llaman la “legitimidad” de Morsi y rechazar las exigencias
de la oposición de que dimita.
Muchos políticos islamistas acusan a la oposición de dar
cobertura a la violencia política, mientras que otros han prometido responder
en especie si las protestas de la oposición del domingo se tornan violentas.
En cuanto al discurso televisado de Morsi, la Hermandad
afirma que ha alcanzado sus objetivos, a pesar de las muchas críticas de la
oposición.
El portavoz del Partido de la Libertad y la Justicia (FJP),
de la Hermandad Musulmana, Nader Omran describió el discurso de Morsi como
"excelente, equilibrado y muy necesario", a la luz de la actual
situación del estancamiento político de Egipto.
No a Mubarak, no a los militares, no a Morsi
Varias fuerzas de la oposición han dado a conocer un
comunicado este jueves afirmando que no iban a aceptar la vuelta al poder de
antiguos funcionarios de la época de Mubarak como una alternativa al presidente
Morsi y su régimen.
"La revolución no tolerará oportunistas que solo buscan
su beneficio personal", asegura el comunicado, añadiendo que "no
vamos a permitir el regreso de Mubarak [funcionarios] o el ejército".
Las fuerzas de la oposición, que incluyen el Movimiento de
la Juventud 6 de abril, los Socialistas Revolucionarios, y el Partido Egipto
Fuerte, dirigido por el islamista Abdel-Moneim Abul-Fotouh, defienden que la
Revolución del 25 de enero no terminó cuando el pueblo egipcio derrocó a
Mubarak en 2011.
"La lucha no se detuvo, porque nosotros seguimos
enfrentados al mismo régimen, aunque ahora tenga una fachada militar o religiosa",
dice la declaración.
La declaración de la oposición describe las protestas de
este domingo como una "continuación de la revolución y sus objetivos, de
los que el presidente se ha apartado”.
"Nos comprometemos a utilizar medios pacíficos y
populares para alcanzar nuestros objetivos", concluye el comunicado.
Un número significativo de personalidades públicas han
firmado también la declaración, entre ellas el ex diputado Amr Hamzawy, el escritor
Alaa Al-Aswany, el politólogo Rabab El-Mahdi, y el ex candidato presidencial
Khaled Ali, entre otros.
La hoja de ruta
El movimiento Tamarod (“Rebelión”),
que tiene como objetivo la dimisión del presidente Morsi mediante una campaña
de recogida de firmas masiva, ha propuesto un plan de transición de seis meses en
el que los poderes ejecutivos se asignan a un primer ministro tecnócrata
independiente.
La hoja de ruta política propuesta por Tamarod para las manifestaciones masivas del 30 de junio en una
conferencia de prensa la semana pasada consta de los siguientes elementos:
1. La entrega del poder a un primer ministro independiente que
represente la Revolución del 25 de enero, con la condición de que no participe
en las próximas elecciones parlamentarias o presidenciales.
2. "El primer ministro independiente encabezará un
gobierno tecnocrático cuya tarea prioritaria será elaborar un plan de choque económico
de emergencia para salvar la economía egipcia y ampliar las políticas de
justicia social", según el cofundador de Tamarod, Mohamed Abdel-Aziz. Insinuó también que el primer
ministro tecnócrata no debería ser un político conocido.
3. "El presidente del Tribunal Constitucional asumiría las
funciones protocolarias de la presidencia, mientras que todos los poderes
ejecutivos se asignarían al primer ministro durante un período de transición de
seis meses que concluiría con la celebración de elecciones presidenciales
supervisadas por el poder judicial y con observación internacional, seguidas de
elecciones parlamentarias", agregó el cofundador Tamarod.
4. La hoja de ruta propone asimismo la disolución del
Consejo de la Shura, la suspensión de la Constitución vigente y la redacción de
una nueva Constitución.
5. El primer ministro otorgaría al Consejo de Defensa
Nacional la autoridad para cumplir con sus responsabilidad en relación con la seguridad
nacional del país.
Los activistas y oradores de Tamarod han subrayado que el Frente 30 de junio no representa a
todos los revolucionarios en Egipto, pero sin embargo, espera poder representar
a todos los egipcios el 30 de junio.
"No habrá otras pancartas o banderas que no sean la
bandera egipcia y las imágenes de los mártires de Egipto, empezando por los
mártires de la Revolución del 25 de enero en las manifestaciones", dijeron
sus dirigentes en la conferencia.
La violencia
En vísperas del domingo, el miedo a la violencia, en una
nación cada vez más polarizada de más de 80 de personas, crece por momentos.
Cinco personas han muerto ya en los enfrentamientos en todo
Egipto entre partidarios y opositores del presidente Morsi.
A principios de la semana pasada, una multitud de miles de
salafistas mataron a cinco chiítas en un pueblo de Giza – cerca de la capital
de Egipto – lo que aumentó el temor a la violencia religiosa. El presidente fue
incapaz de referirse a ello en su discurso y fue ampliamente criticado.
El miedo a la violencia, el caos, el pillaje y los ataques
de la mafia están creciendo, pero todos los políticos han afirmado que es
imprescindible que las protestas sean pacíficas y que el único camino que tiene
la revolución para continuar es que las manifestaciones sean pacíficas, permitiendo
que millones de personas salgan a las calles y se produzca una concentración
indefinida, seguida de métodos de protesta pacíficos, incluyendo huelgas en las
fábricas, las compañías y el transporte.
Lina El-Wardani es periodista del medio
digital egipcio Ahram On Line
Traducción
para sinpermiso.info: Gustavo
Buster